Silvia Severino, psicóloga: “Cuando alguien se está preparando para dejarte, siempre aparecen estas tres señales”

Una psicóloga especializada en afectos comunica algunas de las señales que podrían aventurar una ruptura

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La psicóloga Silvia Severino explica
La psicóloga Silvia Severino explica algunos comportamientos que podrían anticipar una ruptura. (Montaje Infobae con imágenes de Freepik y @silviaseverinopsico/TikTok)

La evolución de los vínculos amorosos nunca es lineal. Las relaciones cambian con el tiempo y con ellas, la conexión emocional entre dos personas. Falta de sintonía, prioridades incompatibles, proyectos vitales diferentes o las dificultades que produce la rutina. Todo esto puede debilitar la base del vínculo y anticipar un final. Comprender este movimiento natural ayuda a normalizar los altibajos y a interpretar con mayor claridad cómo se transforman los afectos.

En este contexto, la psicóloga especialista en relaciones de pareja Silvia Severino, divulgadora en TikTok, identifica un patrón casi infalible que, según explica, muestra cuándo alguien se está preparando para dejar una relación.

A medida que pasan los años, las expectativas y los sentimientos se modifican. Lo que en un inicio encajaba sin dificultad puede comenzar a desajustarse. La convivencia puede volverse automática. Los proyectos de futuro pueden dejar de coincidir. Y cuando eso ocurre, la conexión que sostenía el vínculo se debilita. Aunque muchas parejas gestionan este proceso con diálogo, otras optan por separarse. Para quienes atraviesan ese momento, Severino describe tres señales que suelen aparecer antes de una ruptura y que ayudan a entender el proceso emocional que vive la persona que piensa marcharse.

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Tres señales infalibles

La primera señal es el humor cambiante. Severino explica que esta oscilación no necesariamente responde a un conflicto concreto, sino a una desconexión interna. Hay un distanciamiento emocional que comienza a instalarse, pero la persona todavía no se atreve a expresarlo. Esa ambivalencia genera comportamientos contradictorios que, vistos desde fuera, parecen inexplicables.

El segundo indicador es el alejamiento emocional. La comunicación se reduce. La persona que piensa terminar la relación habla menos, se implica menos y deja que sea la otra parte quien intente sostener el vínculo. Según la experta, esto puede deberse al miedo a quedar como “el malo”. No obstante, esta explicación puede ser limitada. Romper con alguien con quien se ha compartido intimidad implica un proceso emocional más complejo que el simple deseo de evitar responsabilidades. El silencio o la distancia pueden ser signos de una lucha interna sobre cómo afrontar la separación.

Una pareja rompe su relación
Una pareja rompe su relación en una emotiva conversación final. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La tercera señal es la aparición de reproches continuos. La psicóloga sostiene que, cuando se intenta hablar, la persona que está desconectándose suele responder que se exagera o que el conflicto no existe. A través de esa dinámica, justifica su salida. No lo hace necesariamente de manera consciente, pero el resultado es el mismo: desplazar la responsabilidad hacia el otro para facilitar la ruptura.

El patrón que describe Severino permite comprender mejor cómo se mueve alguien que está preparando su despedida emocional. La experta destaca que estas señales suelen aparecer en este orden y funcionan como una forma de desapego progresivo. Aceptar que las relaciones cambian y que no siempre evolucionan hacia el mismo lugar ayuda a atravesar el proceso con menos confusión. Las rupturas no suelen ser decisiones impulsivas, sino el resultado de un recorrido emocional previo que muchas veces no se verbaliza. En cualquier etapa de la relación —y especialmente en su final— asumir la responsabilidad emocional es esencial. Implica comunicar con honestidad y reconocer el impacto que los propios actos tienen en la otra persona.