El método definitivo para terminar con las manchas de humedad en las paredes

Es un fenómeno preocupante y constituye un problema que afecta a la salud de los habitantes de la vivienda

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El método definitivo para terminar
El método definitivo para terminar con las manchas de humedad en las paredes (Freepik)

La humedad en las viviendas es un fenómeno preocupante y constituye un problema frecuente que afecta tanto a la salud de los habitantes de dicho lugar como a la integridad de los materiales de construcción. Las manchas oscuras que identifican que existe esta dificultad y que aparecen en las paredes y techos no tienen un único origen, sino que pueden deberse a combinaciones de infiltraciones externas, condensaciones y una ventilación insuficiente.

Estos factores que influyen en la creación de humedades suelen actuar de manera silenciosa y progresiva, provocando un deterioro de los revestimientos y generando un ambiente poco saludable para las personas y el entorno.

Según las informaciones que publica el diario Tamo Ristorante, los especialistas en protección ambiental distinguen tres causas principales de la humedad doméstica del hogar: la condensación, las infiltraciones y las llamadas “humedades por capilaridad”. Cada una de estas situaciones presenta una dinámica diferente, pero todas desembocan en el mismo resultado, el desprendimiento de partes de la pared o el techo, y la creación de un microclima perjudicial.

Soluciones naturales para evitar humedades

En muchas viviendas, sobre todo las construidas antes de los años 90, existe una ausencia de barreras impermeables que facilita la aparición y la persistencia de la humedad, lo que complica su tratamiento. Existen numerosos productos de limpieza que contienen lejía o amoníaco que prometen resultados inmediatos, pero pueden dejar residuos que dañan la pintura y liberar vapores irritantes.

Frente a estas soluciones químicas que pueden ser perjudiciales, los profesionales del sector de la construcción recomiendan una alternativa más segura y capaz de respetar y conservar el entorno: la mezcla de vinagre blanco y bicarbonato sódico. Este remedio, económico y de fácil acceso, actúa como desinfectante y neutralizador de olores sin dañar la superficie pintada. El ácido acético del vinagre combate la proliferación de hongos, mientras que el bicarbonato ayuda a eliminar las manchas y a mantener seco el ambiente.

El bicarbonato de sodio, además, puede utilizarse de forma independiente como absorbente de la humedad ambiental. Colocado en un recipiente abierto cerca de la zona afectada, es capaz de captar el exceso de agua presente en el aire. Junto a estos remedios, otras medidas prácticas, como mejorar la ventilación de las estancias, contribuyen de manera significativa a reducir la formación de condensación.

La estrecha relación entre vivienda y salud mental: un estudio revela que el 40% de la población ha sufrido ansiedad y un 23% depresión.

La prevención resulta fundamental para evitar que la humedad se convierta en un problema estructural. Mantener una ventilación constante, revisar periódicamente el estado de las paredes y techos, y actuar ante los primeros indicios de manchas o moho son acciones que pueden evitar intervenciones más costosas en el futuro. Además, la elección de materiales transpirables en reformas o rehabilitaciones ayuda a minimizar la acumulación de humedad en el interior de la vivienda, según han explicado los expertos consultados por Tamo Ristorante.

Cuándo recurrir a profesionales

La reparación de los daños causados por la humedad puede suponer un desembolso considerable. Según Tamo Ristorante, el coste medio de una intervención para solucionar estos problemas supera los 1.200 euros, con plazos de restauración que rondan las dos semanas.

Actuar de forma rápida permite reducir los gastos hasta en un 70%, aunque la eficacia del tratamiento depende de identificar correctamente la causa del deterioro. Las pólizas de seguro de hogar suelen cubrir únicamente los daños derivados de incidentes accidentales, excluyendo los casos de mantenimiento ordinario o negligencia.

Cuando las manchas se extienden por más de un metro cuadrado o el enlucido se desprende en varias zonas, es recomendable acudir a una empresa especializada o a un pintor certificado. Estos profesionales disponen de herramientas para medir el grado de humedad y detectar la presencia de moho no visible. Los tratamientos profesionales suelen incluir la aplicación de pinturas transpirables y antimicóticas, en función del material y la gravedad del daño.

El mantenimiento regular de los espacios domésticos, junto con una ventilación adecuada y el uso de productos naturales, permite conservar un hogar saludable sin necesidad de recurrir a sustancias químicas agresivas.