La Audiencia Nacional evaluará por videoconferencia la salud de Jordi Pujol antes del inicio del juicio

El expresidente catalán, hospitalizado por una neumonía, deberá acreditar si está en condiciones de afrontar la vista por la presunta fortuna oculta de su familia

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El expresidente de la Generalitat,
El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol (Alberto Paredes - Europa Press)

La Audiencia Nacional examinará por videoconferencia el próximo lunes el estado de salud del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, apenas unos minutos antes de que arranque el juicio por la presunta fortuna oculta que la Fiscalía Anticorrupción achaca a la familia del histórico dirigente catalán. La decisión, adoptada por la Sección Segunda de la Sala Penal, responde a la necesidad de comprobar si el exmandatario, de 95 años, está en condiciones físicas y cognitivas de afrontar un proceso judicial que llega diez años después de la apertura de la causa y que sienta en el banquillo tanto al propio Pujol como a sus siete hijos.

Los magistrados han dictado una providencia en la que citan también a los médicos forenses que han elaborado un reciente informe sobre el estado de salud del expresidente, así como a las partes personadas en el procedimiento. La comparecencia telemática se realizará justo antes del inicio formal de la vista, previsto para el 24 de noviembre, con el objetivo de determinar si Pujol puede participar presencialmente, si debe hacerlo de forma íntegramente telemática o si, dadas sus condiciones, necesita algún tipo de adaptación específica.

Dudas sobre su capacidad

El avance judicial coincide con el ingreso hospitalario de Pujol este fin de semana en la Clínica Sagrada Familia de Barcelona, donde permanece bajo observación por una neumonía. Fuentes familiares explican que la evolución es positiva, aunque prevén que siga ingresado al menos hasta el próximo jueves.

El informe de los médicos forenses fue solicitado después de que el equipo legal del expresidente pidiera a la Audiencia Nacional una valoración específica sobre la aptitud de su defendido para ser juzgado. La defensa plantea dos escenarios: que Pujol pueda participar de manera telemática en el juicio o que, dada su situación, se estudie su capacidad para hacer frente al necesario rol dialéctico propio de la defensa.

El expresidente de la Generalitat,
El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol (Alberto Paredes - Europa Press)

En las últimas semanas, algunos detalles sobre la situación cognitiva del exmandatario han salido a la luz de la mano de su hijo Oriol Pujol, quien afirmó en una entrevista en Catalunya Ràdio que a su padre “le cuesta recordar los nombres de los hijos” y presenta “marcadores de alzhéimer”. El exdirigente de CDC describió una realidad compleja: “Cognitivamente es una persona de 95 años con algunas carencias importantes, pero bastante lúcido y bastante bien”. Según su testimonio, Pujol mantiene la voluntad de acudir al juicio, aunque su estado físico hace difícil que lo resista: “Mi padre quiere ir a juicio, su cuerpo es lo que no aguanta”.

Oriol Pujol insistió en que el expresidente no pretende eludir la vista y rechazó que se encuentre incapacitado: “No es un hombre inservible al que haya que inhabilitar”. Describió a su padre como una persona debilitada, con dolor persistente y un cuerpo “castigado, débil, frágil”, pero aún con firmeza para querer afrontar el proceso.

Un juicio histórico una década después

El inicio del juicio supone un punto de inflexión en una de las causas más relevantes de los últimos años en el ámbito político y judicial español. Se acusa a Jordi Pujol y a sus siete hijos de haber acumulado y mantenido oculta durante décadas una fortuna presuntamente ilícita. Las acusaciones comprenden una batería de delitos de especial gravedad: asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad en documento mercantil, delitos contra la Hacienda Pública y frustración de la ejecución.

La Fiscalía Anticorrupción reclama 9 años de cárcel para el expresidente y penas que oscilan entre los 8 y los 29 años para sus hijos, incluida la más elevada para su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, además de importantes multas económicas. Por su parte, la Abogacía del Estado no dirige acusación contra Jordi Pujol Soley, pero sí solicita 25 años de prisión para el primogénito y una fianza de 7,7 millones de euros.