Esta es la parte más sucia del baño y que no limpiamos lo necesario, según los expertos

Uno de los elementos más olvidados y sucios de la casa: la alfombrilla del baño

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La parte más sucia del
La parte más sucia del baño: la alfombrilla (Freepik)

Durante años se ha asumido que lo más sucio del baño es el inodoro. Se cree que es el elemento con más gérmenes, bacterias y olores de la casa. Sin embargo, numerosos expertos en limpieza e higiene advierten que hay otro objeto mucho más inofensivo a simple vista, pero que acumula más microorganismos y se pasa por alto durante mucho tiempo.

Se trata de la alfombrilla del baño, ese textil mullido que pisamos al salir de la ducha y que, paradójicamente, suele limpiarse mucho menos que las toallas. Los expertos coinciden en que la mayoría de hogares mantienen la misma alfombra durante meses sin lavarla, pese a que está en contacto directo con los pies húmedos cada día.

A diferencia del váter, que se suele desinfectar con frecuencia, la alfombrilla permanece húmeda, absorbe restos de piel, crema, jabón, cabellos… y se convierte en un entorno perfecto para la proliferación de hongos y bacterias, según el medio Libertatea. El resultado es un objeto que, si no se cuida, puede generar malos olores, irritaciones de la piel y problemas de higiene básica.

¿Por qué la alfombrilla es un foco de gérmenes?

Las alfombras de baño combinan dos factores que las vuelven especialmente problemáticas: son textiles porosos y están expuestas a humedad constante. Esa mezcla hace que acumulen bacterias, hongos y suciedad con mucha más facilidad de la que se imagina. Además de absorber el agua que cae tras cada ducha, retienen restos de productos de higiene, polvo y células muertas.

Su gran inconveniente es que tardan mucho en secarse. Entre una ducha y otra suelen permanecer húmedas durante horas, y esa falta de ventilación favorece todavía más la proliferación de moho y bacterias.

Frecuencia recomendada de lavado de la alfombra del baño

Los expertos recomiendan lavarla semanalmente o cada dos semanas. La frecuencia exacta dependerá de varios factores: el tamaño del baño, la ventilación, si hay animales en la casa... Sobre todo, a cuantos más baños diarios y más humedad, más necesario será un lavado semanal.

Para limpiar mejor, debes saber estos trucos

Limpieza en lavadora

Las alfombrillas que sean aptas para la lavadora pueden limpiarse sin problema siguiendo estas recomendaciones, según el medio TSN:

  • Revisar la etiqueta y asegurar que se permite el lavado mecánico.
  • Usar un programa normal a una temperatura de al menos 60 grados.
  • Añadir un detergente normal o suave.
  • Evitar la lejía, ya que deteriora las fibras.
  • Se puede añadir un vaso de vinagre blanco durante el enjuague para ayudar a desinfectar y eliminar los malos olores.
  • Dejar secar completamente al aire antes de volver a colocarla.

El secado total es fundamental: si vuelve al suelo húmeda, el ciclo de proliferación bacteriana empieza de nuevo.

Limpieza a mano

En cambio, las alfombrillas de plástico o goma (con ventosas) se limpian mejor a mano. Los pasos a seguir para una buena limpieza son:

  • Sumergir la alfombrilla en el baño con las ventosas hacia arriba o hacia abajo durante unas horas.
  • Utilizar peróxido de hidrógeno o una solución diluida de lejía para desinfectar.
  • Tras remojar la superficie, frotarla bien con un cepillo, prestando especial atención a las esquinas y hendiduras. Se puede usar un cepillo de dientes viejo para las zonas de difícil acceso.
  • Después de la limpieza, la alfombrilla debe secarse completamente, preferiblemente en posición vertical (en el borde de la bañera o sobre una cortina) para asegurar la circulación del aire y eliminar completamente la humedad.

Con estos trucos se mantendrá el baño siempre higiénico. Como última recomendación, se debe cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena para evitar que las bacterias se dispersen por la alfombrilla y otras superficies.