Respirar incienso puede ser peor para la salud de lo que creemos, según una arquitecta: “Liberan tóxicos que terminan en nuestros pulmones”

El humo de este producto contiene óxidos de carbono, azufre y nitrógeno, formaldehído y compuestos aromáticos policíclicos, todos ellos potencialmente cancerígenos

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Incienso. (Freepik)
Incienso. (Freepik)

El uso de incienso en el hogar ha sido objeto de creciente preocupación entre expertos en salud y bienestar. Diversos estudios y profesionales han advertido sobre los riesgos asociados a la inhalación de su humo, que puede contener compuestos nocivos para el sistema respiratorio. Por ejemplo, la arquitecta y especialista en psiconeuroinmunología María Lunas ha alertado en sus redes sociales sobre los peligros del incienso convencional, subrayando que “lo que respiramos al encender incienso está muy lejos de ser saludable, liberan tóxicos que terminan en nuestros pulmones”, según ha publicado en su cuenta de Instagram.

Aunque el incienso suele percibirse como un producto natural, en la práctica muchas de las barritas y conos disponibles en el mercado están fabricados con mezclas sintéticas alejadas de la imagen que proyectan sus aromas. El uso frecuente de estos productos puede liberar sustancias perjudiciales y transformar el ambiente doméstico en un espacio menos seguro de lo que se suele pensar. María Lunas, en su vídeo difundido en Instagram, ha propuesto una alternativa casera basada únicamente en ingredientes naturales, animando a “dejar de comprar incienso tóxico y pasarse a hacerlo casero usando solo ingredientes naturales. Te sorprenderá lo rápido que se prepara y el resultado es superrico”.

Elaborar incienso casero, según detalla Lunas, implica triturar en un mortero romero seco, pétalos de rosa y flores de lavanda hasta obtener una textura fina. A continuación, se añade canela, miel y agua, mezclando los ingredientes para formar pequeñas porciones con forma de cono. Para asegurar una combustión adecuada, recomienda perforar cada pieza con un palillo de madera y dejar secar los conos durante varios días en un lugar aireado antes de utilizarlos. Esta propuesta busca ofrecer una opción accesible y libre de aditivos químicos, compatible con un entorno doméstico más saludable.

Riesgos para la salud y composición del humo

La preocupación por los efectos del incienso no se limita al ámbito doméstico. La Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) ha presentado en su Reunión Científica Anual un caso clínico que ilustra los riesgos para personas con patologías respiratorias. Según ha explicado Gomeo Lam, autor principal del estudio, “nuestra paciente era una mujer de 87 años con antecedentes de asma y EPOC, que recibía oxigenoterapia y presentaba dificultad para respirar inexplicable”. Tras una investigación detallada, se identificó la quema diaria de incienso como posible causa. Aunque la paciente se resistía a abandonar esta práctica por su valor simbólico, la sustitución por dispositivos eléctricos de incienso condujo a una mejoría de los síntomas, según ha recogido la ACAAI.

La contaminación del aire promueve el cáncer de pulmón en no fumadores.

El informe de la ACAAI advierte de que el humo del incienso contiene óxidos de carbono, azufre y nitrógeno, formaldehído y compuestos aromáticos policíclicos, todos ellos potencialmente cancerígenos. Por cada gramo quemado, el material particulado generado por el incienso alcanza los 45 miligramos, frente a los 10 miligramos de los cigarrillos. Además, la exposición al humo puede provocar dolores de cabeza, insuficiencia respiratoria, sensibilidad dermatológica y reacciones alérgicas. La alergista Mary Lee-Wong, miembro de la ACAAI, ha señalado que “las personas que queman incienso pueden no darse cuenta de que los miembros de la familia, incluidos los niños, que están expuestos al humo de segunda mano, enfrentan consecuencias para la salud”, según declaraciones recogidas por la ACAAI.

Precauciones y recomendaciones de uso

El riesgo asociado al incienso depende en gran medida de la frecuencia de uso y de la ventilación del espacio. Cuando se quema de forma ocasional y en ambientes bien ventilados, los peligros disminuyen considerablemente. Sin embargo, el uso habitual en lugares poco ventilados puede hacer que las partículas nocivas permanezcan en el aire durante horas, afectando a todos los habitantes del hogar. E

La ACAAI insiste en que, aunque el incienso forma parte de muchas tradiciones culturales y espirituales, no se deben ignorar los riesgos para la salud que implica su combustión.