Una reserva de 30 personas deja tirado a un restaurante: “Esto no es ‘cosa del empresario’. Es falta de respeto”

Este caso no es una excepción de la norma, sino una reciente tendencia, que incluso tiene su propia denominación: reservas ‘fantasma’ o ‘no-shows’. Cada vez más empresarios deciden tomar medidas al respecto

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Imagen de la grabación de
Imagen de la grabación de cámaras publicada por los propietarios. (Grupo Tándem)

“30 sillas vacías. 30 decisiones que sí duelen.” Así arranca el post en X publicado por Grupo Tándem en X. Viene acompañado de una foto, en la que se ven 30 sitios preparados en el restaurante La Bocca, y ningún rastro de las personas que habían hecho la reserva.

Según la publicación, los hechos han ocurrido esta semana en Zaragoza. Tras hacer una reserva, el grupo no se presentó a la hora previamente acordada con los responsables del restaurante. “No avisaron. No cancelaron. Solo desaparecieron”, declaran desde la cuenta en X.

Según explican, no se trata solo de los 30 sitios: “Detrás de esos huecos hay horas de trabajo, compras preparadas, personal extra contratado… y 30 personas reales que sí querían estar aquí y no pudieron porque otros ocuparon su sitio sin intención de venir.” Concluyen que no se trata de una “cosa del empresario”, sino de “falta de respeto” por el sector y el trabajo puesto por el personal.

Las reservas ‘fantasma’

Este caso no es una excepción de la norma, sino una reciente tendencia, que incluso tiene su propia denominación: reservas ‘fantasma’ o ‘no-shows’. En estos casos, las personas que hicieron la reserva deciden no aparecer, sin dejar previo aviso al restaurante. Esta actitud ha afectado tanto a los grandes como a los pequeños establecimientos.

Sin embargo, donde más daño han hecho es en los pequeños locales, sobre todo por el corto margen de beneficios que tienen. Los más grandes, por otro lado, no recuperan la inversión que llevan a cabo en la ‘experiencia del cliente’. Ante estas situaciones, muchos restaurantes han decidido implementar una sanción a aquellos que tengan este tipo de comportamientos.

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Un caso que ha servido de ejemplo para esta nueva medida, es el del hostelero Julen Bergantiños, recogido por La Sexta. Cuando cinco comensales no aparecieron en su restaurante, él decidió cobrarles 50 euros a cada uno, recaudando un total de 250 euros. Según informa La Sexta, una de las personas afectadas contestó: “De haberlo sabido, habríamos ido”.

Restaurantes como el de Bergantiños son pequeños y, por tanto, cuentan “con cinco mesas para una capacidad de 14 personas”. Cinco comensales menos supone un gasto imprevisto de parte del local. Sergio Gutiérrez, restaurant manager del Kabuki, admite para el Diario As el “agujero” que significa no poder llenar una mesa reservada en un corto periodo de tiempo.

Multas a las ‘reservas fantasma’

Ante esta situación de injusticia, los restaurantes se han visto obligados a tomar medidas. En algunos casos, existen plataformas de reservas donde se registran las citas de los comensales a lo largo de un año. Si el comensal no asiste a más de cuatro citas, se le da de baja de dicha aplicación.

En otras ocasiones, existen aplicaciones de seguimiento de reservas, que ofrecen varios servicios: automatización de las reservas, bases de datos de los clientes, o listas de espera. Todos estos mecanismos permiten que los clientes se anoten en espera en caso de que alguien rechace una reserva. En otros casos, se ha intentado integrar el sistema de TPV (Terminal Punto Venta), en el que el cobro se hace automáticamente si no se asiste.