¿Filtró la Fiscalía de Madrid los correos de González Amador? García Ortiz y otros testigos la señalan como la fuente que reveló el pacto de la pareja de Ayuso con Hacienda

Aunque ninguno de los periodistas han querido revelar sus fuentes, en sus declaraciones algunos han dejado un rastro de migas que lleva hasta el Ministerio Público de la capital

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La fiscal, Almudena Lastra, a
La fiscal, Almudena Lastra, a su llegada a declarar al Tribunal Supremo (Alberto Ortega - Europa Press)

En su declaración, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha realizado una cronología de los hechos ocurridos entre el 6 y el 14 de marzo de 2024, momento en el que se filtraron los dos correos del abogado de Alberto González Amador, explicando que él tuvo acceso a ellos después de que varios medios ya estuvieran hablando de ellos.

De esta declaración un punto importante ha sido la mención que ha hecho de la fiscal superior de la Comunidad Madrid, Almudena Lastra, en la que antes de asegurar que existe una “situación de desafección” de ella contra él, ha relatado como fue ella la primera persona dentro de la Fiscalía en interesarse por lo que estaba ocurriendo con González Amador y su entorno.

“La tarde del día 13 de marzo a las 20:50 recibí una llamada de la señora Lastra, la primera vez que me llamaba desde que soy fiscal general del Estado, en la que me manifiesta una inquietud importante” con el “bulo” que el jefe de comunicación de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, está distribuyendo sobre que era el Ministerio Público el que había ofrecido el pacto de conformidad y que se había retirado por órdenes de arriba.

Unas palabras que pueden pasar desapercibidas, pero que suman un capítulo más a las declaraciones que de forma directa o indirecta apuntan a que la filtración del correo por el que se juzga a García Ortiz pudo venir de la institución liderada por Almudena Lastra.

Una “fuente solvente” de la Fiscalía de Madrid

Según los hechos relatados en el juicio, la primera persona ajena a la Fiscalía que tuvo el correo del 2 de febrero en sus manos fue el periodista de elDiario.es, José Precedo, que lo recibió de una fuente en papel una semana antes de la nota de prensa de Fiscalía, el 6 de marzo.

En su declaración se acogió a su derecho a no revelar sus fuentes como periodista, pero si quiso dejar claro que de “ninguna manera fue el fiscal general del Estado”.

El siguiente en recibir esta información fue José Manuel Romero-Salazar, en ese momento subdirector del periódico El País. El día 12 de marzo, después de que ya hubiera explotado toda la situación, recibió una llamada de una “fuente solvente”, que le comunicó que lo que estaba diciendo la presidenta de Madrid era mentira, que el abogado había sido el primero en contactar al Ministerio Público.

Mantuvo la misma línea que Precedo ante los jueces de acogerse al secreto profesional para no revelar esta fuente, pero si quiso indicar que esta “fuente de toda solvencia” pertenecía a la Fiscalía de Madrid. Aunque no tuvo en ningún momento el correo en sus manos, en esta llamada sí se le indicó el contenido del mismo. Esto ocurrió horas antes de que Lastra contactara a García Ortiz para mostrarle sus “inquietudes” con la situación.

La tercera planta

Otro de los periodistas que asegura haber tenido acceso al correo antes que el fiscal general es Miguel Ángel Campos Peñarroja, de la Cadena Ser. Según su relato, recibió una llamada de una de sus fuentes la mañana de ese mismo día, que tampoco quiso nombrar, pero que si indicó que no era García Ortiz.

Quedaron en el despacho de esta persona y allí le enseñaron el correo original que Neira había enviado al fiscal Julián Salto, pero no le dejaron llevarse una copia. “Efectivamente, me muestra en el ordenador ese correo, pero no me lo reenvía ni lo imprime, porque no quiere dejar rastro. Sí que me deja tomar notas”, relató.

Sin embargo, en esta declaración añadió un dato importante, ya que indicó que este despacho se encontraba en una tercera planta del edificio al que acudió. Coincide que la oficina de la Fiscalía de Madrid se encuentra justo en la tercera planta del edificio del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.