“Los puntos de colores de tus neumáticos son más importantes de lo que crees”: un experto explica su utilidad

Se pueden equilibrar las ruedas para evitar posibles problemas de inestabilidad

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Punto rojo y amarillo en
Punto rojo y amarillo en las llantas

Es posible que al observar un neumático nuevo de manera detenida se puedan ver pequeños puntos de color amarillo y rojo en el flanco. Aunque pueden parecer unas simples marcas sin mayor importancia, en realidad tiene una función clave en el equilibrio de las ruedas y que influye de forma directa en su vida útil.

Entender el significado de estos puntos según sea su color, no sólo puede ayudar a alargar la vida útil de los neumáticos, sino que también a mejorar tanto la seguridad como el rendimiento del coche.

Por consiguiente, se podrán evitar problemas como vibraciones o desgaste irregular y es importante tenerlo en cuenta para cuando llegue el momento de realizar el cambio. Así lo explica un experto desde el perfil especializado Motorpasión (@motorpasion), en un vídeo subido recientemente a su cuenta de TikTok.

Puntos de color

Es conveniente conocer los componentes básicos del coche, principalmente para poder reconocer las situaciones en las que hay que realizar el mantenimiento del vehículo y acudir al taller. Mayor aún es la importancia si se trata de los neumáticos, ya que son el único elemento del coche que nos mantiene en contacto con el asfalto.

Dependiendo de cómo sean los neumáticos del coche, este se comportará de una forma más o menos dinámica: se agarrará de diferente forma en las curvas, frenará mejor, será más cómodo, hará menos ruido, consumirá menos e incluso responderá mejor en situaciones más peligrosas como lluvia intensa.

Colección de neumáticos (Freepik)
Colección de neumáticos (Freepik)

Para que unas ruedas cumplan bien su función, deben estar bien instaladas. Y para que estén bien instaladas, deberán estar equilibradas, es decir, que el centro geométrico de la rueda coincida con su centro de gravedad cuando está girando.

Aquí es donde entran en juego los puntos de colores que se pueden encontrar en los neumáticos. “Son más importantes de lo que crees”, comenta el experto. Estos se utilizan principalmente para identificar irregularidades o imperfecciones mínimas en su fabricación y facilitar ese proceso de equilibrado mediante contrapesos.

Color amarillo

El punto amarillo, a veces blanco, marca la zona más ligera del neumático. Durante la fabriccación, resulta difícil conseguir que el peso de un neumático esté milimétricamente distribuido. Aunque no se aprecie a simple vista, puede que en una zona pese algo más y en otra sea más liviano.

Para equilibrar esa diferencia, el punto amarillo debe alinearse con la válvula de la rueda, que es por norma general la parte más pesada. Si no está alineada correctamente esta marca, la rueda podría tener una distribución de peso inadecuada, lo que podría suponer vibraciones y un desgaste irregular de los neumáticos, entre otros inconvenientes.

Color Rojo

El punto rojo indica la zona con mayor variación de fuerza radial, es decir, el punto más alto del neumático. También hay que tener en cuenta que puede sustituirse por triángulos del mismo color y que en algunas llantas hay puntos rojos que indican su punto más bajo.

Para lograr un montaje correcto, el punto rojo del neumático y el de la llanta deben alinearse, para una mejor estabilidad. Además, si un neumático tiene punto rojo y amarillo, se debe priorizar la alineación del rojo, ya que tiene más importancia corregir ‘la deformación física’ que las diferencias de peso.

Imágenes de la circulación de un vehículo sin las dos ruedas del lado izquierdo después de sufrir un reventón y durante aproximadamente 14 kilómetros. La conductora está siendo investigada por los delitos de seguridad vial y conducción temeraria. (Fuente: Guardia Civil)

Estos puntos se irán desgastando con el paso del tiempo y los kilómetros, pero facilitarán a los instaladores, mecánicos y propietarios el equilibrado adecuado de los neumáticos. Este factor es importante para evitar vibraciones molestas, un desgaste irregular, un mayor consumo de combustible y la inestabilidad en la conducción. En un taller su precio puede oscilar entre los 10 y 20 euros por rueda.