“Que tu perro aprenda a no orinar en casa no se consigue a base de castigos”: un adiestrador canino explica cómo hacerlo

El experto da las claves para poder enseñar a tu mascota correctamente

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Persona con su perro. (Freepik)
Persona con su perro. (Freepik)

Las mascotas son una parte fundamental de miles de familias y, en concreto, los perros. Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), en España hay 9,3 millones de perros, ocupando el primer puesto de la lista.

Uno de los mayores retos es enseñarles a orinar fuera de casa. En muchas ocasiones, esto puede llegar a ser más complicado de lo que uno piensa. Esto se debe, principalmente, a que no se está usando el método adecuado.

Cómo enseñar a tu perro a hacer sus necesidades fuera de casa

“Que tu perro aprenda a no hacer pipí en casa no se consigue a base de castigos”, explica un adiestrador canino en su cuenta de TikTok (@adiestramiento_n.humedas). El especialista señala que un perro no orina dentro del hogar para causar molestias o desobedecer.

Cuando esto sucede, suele deberse a que aún no ha aprendido a controlar sus esfínteres, a que tiene una necesidad fisiológica intensa o a que está gestionando una emoción como el estrés o la excitación.

Castigar a un perro en estos momentos no solo no soluciona el problema, sino que puede generar miedo y empeorar la situación. El aprendizaje real se consigue mediante paciencia, constancia y refuerzo positivo.

Métodos efectivos para enseñar a tu perro a orinar fuera

Los etólogos coinciden en que establecer una rutina es clave. Sacar al perro varias veces al día, siempre a las mismas horas, facilita que reconozca el momento adecuado para hacer sus necesidades.

Tras despertarse, después de comer y después del juego suelen ser los momentos en los que el animal tiene más probabilidad de necesitar salir. Otro aspecto fundamental es reforzar positivamente la conducta correcta. Cada vez que el perro orine en la calle, se debe premiar con caricias, un snack o palabras amables.

Este tipo de refuerzo ayuda a que el animal relacione la acción con una experiencia agradable. Por el contrario, reñirlo cuando se equivoca solo genera confusión, inseguridad y no hará que el animal aprenda.

Además, es importante observar las señales previas que indican que un perro está a punto de hacer sus necesidades, como olfatear insistentemente el suelo o dar vueltas en círculo. Si se detecta este comportamiento dentro de casa, lo ideal es llevarlo rápidamente al exterior para favorecer el aprendizaje.

Factores emocionales y ambiente en el aprendizaje del perro

El entorno en el que vive el perro también influye directamente en su capacidad para aprender a controlar sus necesidades. Los animales que se sienten seguros y tranquilos tienden a asimilar las rutinas de manera más rápida.

Por el contrario, los perros que conviven en espacios con ruidos constantes, cambios bruscos de horarios o situaciones de mucho estrés pueden mostrar una mayor dificultad para adquirir este hábito.

La estabilidad emocional es un elemento clave: un perro relajado aprende mejor. Crear un espacio propio dentro de casa, como una cama o zona tranquila donde pueda descansar sin interrupciones, favorece su bienestar.