Asa Steinars, ‘influencer’ islandesa, explica por qué su hijo de dos meses todavía no tiene nombre: “Esto es bastante normal aquí”

A diferencia de lo que ocurre en España, que el plazo de registro es muy breve, en el país nórdico los padres disponen de un periodo mucho más prolongado

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La influencer islandesa Asa Steinars
La influencer islandesa Asa Steinars explica por qué su hijo estuvo dos meses sin tener un nombre oficial. (@asasteinars/TikTok)

El lugar en el que una persona nace determina en gran medida su realidad y su vida. Las costumbres socioculturales de un país moldean la manera en la que sus ciudadanos ven el mundo y este imaginario no varía a no ser que la persona viaje por el mundo conociendo otras culturas o tome la decisión de asentarse en otro territorio.

Es por este motivo por el que conocer aspectos sociales y culturales de otros países resulta muy interesante para una gran cantidad de personas; cuestiones que, aunque en dicho lugar sean completamente comunes, para los extranjeros suponen toda una sorpresa.

Asa Steinars, una influencer islandesa que comparte su día a día en el país nórdico, ha publicado en su cuenta de TikTok (@asasteinars) un vídeo en el que lanza una afirmación que ha sorprendido a muchas personas que desconocen cómo funciona Islandia: “Nuestro bebé todavía no tiene nombre y ya tiene dos meses. Y esto en realidad es bastante normal aquí”.

¿Cómo funciona el Comité de Nombres Islandés?

Tal y como explica Asa, es frecuente que en Islandia los bebés permanezcan sin nombre “durante semanas o incluso meses”. Durante este periodo de tiempo, las familias optan por fórmulas como “hermanito”, en el caso de la influencer, o prueban distintos nombres para “ver cuál encaja”.

Bandera de Islandia. (Adobe Stock)
Bandera de Islandia. (Adobe Stock)

La espera, sin embargo, no es el resultado de un capricho familiar, sino que se debe a un trámite necesario por el que hay que pasar para inscribir al menor: el Comité de Nombres Islandés (Mannanafnanefnd). El objetivo de este organismo es regular los nombres que pueden ponerse a los recién nacidos para proteger la lengua islandesa, garantizando que estos se adapten a la gramática y tradición cultural del país.

Así, si el nombre que la familia quiere ponerle al bebé ya estaba previamente aprobado por el Comité, el proceso es sencillo; sin embargo, si este es nuevo o extranjero, debe solicitarse la aprobación y el organismo comprobará si se adapta a la ortografía, si es gramaticalmente correcto y si no resulta ofensivo o inapropiado. De esta manera, en el tiempo en el que el Comité decide, oficialmente hablando, el niño permanecerá sin nombre registrado. Esto no significa que en casa no puedan utilizarlo.

En España, por el contrario, la Ley del Registro Civil es bastante distinta: la inscripción debe realizarse en un plazo máximo de ocho días desde el nacimiento del bebé (30 días si hay una causa justificada), mientras que en Islandia es de seis meses, y no existe una lista oficial de nombres permitidos, más allá de unas ciertas reglas que deben tenerse en cuenta (no se permite que sean ofensivos, que den lugar a errores en cuanto al sexo o que se repitan con el de un hermano vivo, entre otras normas).

Los extranjeros en España viven muchos choques culturales cada día.

En el momento en el que Asa publicó su vídeo, la familia todavía no había decidido por completo el nombre: “Lo hemos reducido a dos opciones”, explicaba la creadora de contenido. “Uno de ellos tuvo que ser aprobado por el Comité (y obtuvimos un sí), mientras que el otro ya es un antiguo nombre nórdico”. Unos días después, la influencer islandesa anunciaba que finalmente su hijo ya tenía nombre: “No fue lo que planeamos. Al principio habíamos elegido otro nombre para él, pero después de que nació, simplemente no encajaba”.

Finalmente escogieron Jökull, que proviene del nórdico antiguo y significa “glaciar” en islandés. “Fuente, tranquilo y un poco salvaje. Y sí, está oficialmente aprobado por el Comité de Nombres Islandés”.