Las 10 claves de la declaración de Maribel Vilaplana: una comida tranquila, un vídeo que no abrió y un presidente que no parecía saber lo que ocurría fuera

La periodista compareció durante cuatro horas entre lágrimas y relató con detalle cómo transcurrió su comida con Mazón el 29 de octubre de 2024

Guardar
La periodista Maribel Vilaplana a
La periodista Maribel Vilaplana a su salida de los Juzgados de Catarroja (Jorge Gil / Europa Press)

La periodista Maribel Vilaplana compareció este lunes en los juzgados de Catarroja (València) como testigo en la investigación judicial sobre la gestión institucional durante la DANA del 29 de octubre de 2024, una riada que dejó más de doscientas víctimas mortales y una grave crisis política.

Su testimonio, esperado desde hacía semanas, coincidió con la dimisión de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat, anunciada prácticamente a la vez. La declaración de Vilaplana se centró en reconstruir qué hizo Mazón antes de su llegada al Cecopi aquel día. Vilaplana acompañó al ahora expresident, en una comida que se prolongó desde las 15:00 hasta, al menos, las 18:45 horas, un intervalo en el que el dirigente permaneció incomunicado de los servicios de emergencia.

Estas son las diez claves que resumen la intervención de Maribel Vilaplana ante la magistrada instructora.

1. Gran expectación en los juzgados

Maribel Vilaplana llegó a los juzgados de Catarroja a las 9:05 de la mañana, veinticinco minutos antes de la hora oficial de su citación. Lo hizo acompañada por agentes de la Guardia Civil y rodeada por un amplio dispositivo mediático. Decenas de cámaras y reporteros aguardaban su comparecencia, que se había convertido en una de las más esperadas del proceso judicial sobre la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024. Su llegada fue silenciosa y tensa: vestía de forma sobria, con semblante serio, y evitó responder a las preguntas de los periodistas que la interpelaban a pocos metros de la puerta principal.

La escena alcanzó un punto de máxima tensión cuando Juan José Monrabal, un vecino que perdió a su madre durante el temporal, se acercó hasta las inmediaciones del edificio y le pidió entre sollozos que “dijera la verdad”. Sostenía entre las manos una fotografía de la fallecida y le gritó: “Mira la cara de mi madre, por favor. ¡Mira la cara de mi madre! Se me aparece llena de barro muchos días. ¡Cuenta la verdad, por favor, por todos ellos!”. Vilaplana, visiblemente afectada, no respondió y accedió al interior del juzgado sin mirar atrás, en medio de un cordón improvisado por los agentes para contener a la multitud.

La periodista Maribel Vilaplana llega a los juzgados para declarar por su comida con Mazón.

2. Una declaración entre lágrimas

La comparecencia, que se prolongó alrededor de cuatro horas, fue una de las más duras que se recuerdan en la instrucción del caso. Desde el inicio, Vilaplana se mostró emocionalmente inestable, con la voz entrecortada y gestos de agotamiento. En tres ocasiones, la jueza Nuria Ruiz Tobarra le ofreció detener la declaración para que pudiera recuperarse, pero la periodista insistió en continuar. “Algún día podré respirar, dejar de tener pesadillas, no sabe lo que me duele que las víctimas piensen que yo puedo ir de víctima”, dijo entre lágrimas, según fuentes presentes en la sala.

Reconoció estar “superada” por la exposición pública y por la presión mediática sufrida desde que se supo que había acompañado a Mazón la tarde de la DANA. En varios momentos, la periodista se mostró incrédula al recordar la serenidad con la que transcurrió aquel almuerzo: “Me estalla la cabeza. ¿Cómo pudo hablarme con normalidad? Creo que no sabía nada; si no, no es posible”.

3. Una comida larga, distendida y sin prisa

Vilaplana relató que la comida comenzó hacia las 15:00 horas en el restaurante ‘El Ventorro’ y se prolongó hasta las 18:45, cuando ambos se despidieron hablando de fútbol. Durante esas más de tres horas y media, según su versión, el entonces president Carlos Mazón se mostró tranquilo, amable y sin signos de preocupación. La conversación, dijo, fue “distendida y relajada”, centrada en temas laborales, como la televisión autonómica À Punt, y personales, como el uso del valenciano y los proyectos de la periodista en el Levante UD.

Para Vilaplana, esa normalidad es una de las razones que le hacen pensar que Mazón “no sabía realmente lo que estaba ocurriendo”. “Si hubiera sido consciente de la magnitud del desastre, no habría actuado con tanta calma”, afirmó. Incluso al salir del restaurante, ambos continuaron charlando animadamente, sin mostrar prisa alguna por marcharse. La periodista insistió en que no percibió en ningún momento el nerviosismo propio de una situación de crisis. “No tenía prisa, y yo tampoco”, resumió ante la jueza.

4. El uso del móvil, clave para la investigación

Uno de los focos principales del interrogatorio fue el uso del teléfono móvil de Mazón durante la comida. Vilaplana aseguró que el president “escribía mucho” y que recibió “numerosas llamadas y mensajes” a lo largo del encuentro. En varias ocasiones, añadió, se levantó del reservado para atender conversaciones fuera. Aunque no pudo escuchar el contenido, sí dejó claro que lo vio concentrado en su dispositivo en múltiples momentos. Según su testimonio, esa actitud fue constante y no le sorprendió porque pensó que se trataba de asuntos de trabajo.

Maribel Vilaplana a su llegada
Maribel Vilaplana a su llegada este lunes a los juzgados de Catarroja. (EFE/Manuel Bruque)

Entre las comunicaciones confirmadas en el sumario figura una llamada a la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas, registrada a las 17:37 horas. La testigo indicó que, justo en ese momento, ella recibió un mensaje con un vídeo sobre las inundaciones en Utiel. La coincidencia temporal entre ambos hechos es uno de los puntos que la jueza Nuria Ruiz Tobarra quiere esclarecer: determinar si el president fue alertado de la gravedad de la situación mientras aún se encontraba en el restaurante, o si, como sostiene la defensa, desconocía el alcance de la catástrofe hasta su llegada al Cecopi.

5. No escuchó las palabras “DANA”, “Cecopi” o “lluvias”

Vilaplana fue rotunda al afirmar que durante toda la comida no escuchó al president pronunciar las palabras “DANA”, “Cecopi” o “lluvias”, ni ninguna otra referencia a la situación meteorológica o a los problemas derivados del temporal. Según explicó, Mazón no le comentó nada sobre alertas, emergencias o llamadas relacionadas con la gestión del episodio. “La conversación fue profesional y personal. No se habló de nada parecido a una crisis o a un temporal”, reiteró ante la jueza.

Esa afirmación contrasta con las sospechas de la acusación, que cree que el president sí fue informado de la gravedad del temporal durante la tarde. Vilaplana sostuvo que, de haber oído esas palabras, lo habría recordado, porque la escena se le quedó grabada con nitidez. Su insistencia en este punto fue interpretada como una manera de desvincularse de cualquier conocimiento previo o participación indirecta en la gestión política del desastre.

6. El vídeo de Utiel: el mensaje que no abrió y que aún la atormenta

Uno de los momentos más personales de su testimonio llegó cuando relató el episodio del vídeo de las inundaciones de Utiel. Explicó que recibió el enlace a las 17:39 h a través de un chat familiar, enviado por su exmarido. En ese instante, Mazón estaba atendiendo una llamada telefónica, presuntamente con la consellera Pradas. Vilaplana insistió en que no abrió el vídeo en ese momento, ni más tarde durante la comida. “No lo vi, y me atormenta no haberlo hecho”, declaró entre lágrimas. “Si lo hubiera visto, habría reaccionado de otra manera, habría dicho ‘ostras’, o se lo habría mostrado a él”.

Esa omisión se ha convertido en un elemento simbólico de su testimonio. La periodista confesó que, con el paso del tiempo, se ha preguntado por qué no sintió curiosidad ante un mensaje que hoy considera crucial. También quiso dejar claro que en ningún momento enseñó el vídeo a Mazón ni le comentó nada sobre las inundaciones. Su respuesta fue tajante cuando la jueza le preguntó si el president había visto las imágenes: “No, no las vio conmigo”.

7. Detalles del encuentro: vino, papeles firmados y un jersey

La periodista ofreció abundantes detalles sobre la comida, que permiten reconstruir con precisión el ambiente del encuentro. Explicó que en el reservado se sirvió una botella de vino, que ambos compartieron, y que en un momento determinado llevaron a Mazón varios documentos para firmar. Solo el propietario del restaurante, según su relato, entró al reservado durante esas horas. Además, recordó que el president se quitó la americana y se puso un jersey que sacó de una mochila que llevaba consigo, un gesto que ella interpretó como una muestra más de naturalidad.

Al final del almuerzo, según Vilaplana, fue Mazón quien pagó la cuenta, aunque no recuerda ver a nadie subir con datáfono ni manejar efectivo. Ella aseguró que intentó abonar su parte, pero él le respondió: “Ya está”. Tras despedirse, ambos salieron juntos del restaurante y caminaron hasta el aparcamiento, donde siguieron hablando de fútbol. En ese trayecto, dijo, tampoco notó prisa ni inquietud alguna en el entonces jefe del Consell.

Maribel Vilaplana a su llegada
Maribel Vilaplana a su llegada este lunes a los juzgados de Catarroja. (Jorge Gil / Europa Press)

8. El ticket del aparcamiento, prueba pendiente

Uno de los aspectos prácticos que más interés despertó en la jueza fue el de los horarios exactos de la reunión. Para verificarlos, pidió a Vilaplana que aportara el ticket del aparcamiento del centro comercial donde estacionó su coche, con el fin de comprobar la hora de entrada y salida. La testigo reconoció que no conserva el comprobante, pero facilitó la matrícula del vehículo para que el juzgado solicite la información directamente a la empresa concesionaria o, en su caso, al banco si el pago se realizó con tarjeta.

Esa verificación podría convertirse en una prueba objetiva para determinar el momento exacto en que ambos abandonaron el restaurante y, por tanto, cuándo Mazón habría podido reanudar las comunicaciones oficiales. La defensa del expresident sostiene que la comida terminó antes de que se emitieran las primeras alertas rojas, mientras que la acusación popular cree que aún seguían allí cuando la situación meteorológica ya era crítica.

9. Presiones mediáticas, extorsión y borrado de mensajes

Durante su declaración, Vilaplana denunció haber sido objeto de presiones mediáticas y chantajes en los meses posteriores a los hechos. Según su versión, algunos medios o intermediarios intentaron extorsionarla con la amenaza de publicar imágenes de carácter personal o comprometedores vínculos con Mazón. En ese contexto, y tras sufrir una crisis de ansiedad que la llevó a ser hospitalizada brevemente durante este fin de semana, admitió que borró mensajes y el contacto del president de su teléfono móvil.

La periodista explicó que lo hizo movida por el miedo y la confusión, no con la intención de destruir pruebas. “Me están utilizando”, lamentó ante la jueza, asegurando sentirse víctima de una “campaña de desprestigio”. La magistrada tomó nota de sus palabras y le recordó su obligación de colaborar plenamente con la investigación.

10. Una citación forzada por la Audiencia

La comparecencia de Vilaplana no se produjo de manera espontánea. Durante meses, la jueza Nuria Ruiz Tobarra había evitado citarla, al entender que hacerlo podría interpretarse como una forma indirecta de investigar a Carlos Mazón, aforado ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). Sin embargo, un auto de la Audiencia Provincial de Valencia, fechado el 23 de octubre, cambió el rumbo de la instrucción. El tribunal ordenó su citación “sin más dilación”, al considerar que su testimonio era “pertinente y relevante” para esclarecer los hechos y reconstruir la cronología de las decisiones tomadas la tarde del 29 de octubre de 2024.