El hábito que te está matando, según un cardiólogo: “Nos crea demasiada ansiedad”

La hiperconexión al móvil es uno de los principales generadores de estrés y ansiedad

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Un experto informa sobre los
Un experto informa sobre los problemas de la hiperconexión (Imagen Ilustrativa Infobae)

La hiperconexión constante al teléfono móvil puede generar ansiedad, estrés y alterar rutinas básicas. Así lo advirtió un cardiólogo invitado al podcast de Jordi Wild, donde analizó el impacto del uso excesivo del móvil en las personas. El especialista, con larga experiencia en salud cardiovascular, subrayó que muchos problemas de estrés, ansiedad e incluso trastorno del sueño tienen relación con hábitos tecnológicos.

El cardiólogo explicó que gran parte de la población pasa más horas frente a una pantalla que interactuando de forma física, y que este patrón está ligado a un aumento sostenido de la tensión emocional. A su juicio, mirar el móvil de forma compulsiva se ha normalizado hasta convertirse en parte central del día a día, con efectos problemáticos para la contemporaneidad. En consecuencia, el cuerpo interpreta la avalancha de notificaciones y contenidos como estímulos constantes que requieren respuesta inmediata, un escenario que activa mecanismos de alerta.

El experto insistió en que la preocupación no está solo en el dispositivo, sino en la relación que se establece con él. Existe una tendencia creciente a vivir en lo que podríamos denominar como “no lugar”, una especie de espacio mental condicionado por el flujo digital.

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El móvil como extensión del cuerpo

Cuando las personas experimentan grandes momentos de estrés, los cuerpos somatizan la ansiedad. La presión constante por estar disponible o actualizado incrementa la frecuencia cardíaca en momentos de forma casi imperceptible, pero sostenida. Muchas personas revisan el móvil incluso sin recibir un aviso, lo que confirma un hábito arraigado que el cerebro interpreta como necesidad. Este patrón se vincula a sensaciones de incomodidad cuando no se tiene el dispositivo cerca o cuando se tarda en responder.

El invitado al podcast indicó que no se trata de demonizar la tecnología, sino de entender los límites. Recordó que el dispositivo digital puede ser una herramienta de trabajo, comunicación y ocio, pero que el mal uso implica riesgos similares a otros hábitos sedentarios o de exposición prolongada a estímulos. También hizo referencia al cambio generacional: niños y adolescentes desarrollan su identidad en un entorno donde el móvil es extensión del cuerpo, lo que exige educación temprana en el manejo responsable.

Momentos sin pantalla

Para el cardiólogo, una estrategia básica es reservar momentos sin pantalla, especialmente durante comidas, descansos y horas previas al sueño. Resaltó que el descanso nocturno es clave para mantener niveles adecuados de cortisol y evitar acumulación de estrés. Además, sugirió mantener espacios de ocio que no dependan de conexión, como caminar, leer o conversar en persona, para recuperar la capacidad de atención.

La lectura como forma de
La lectura como forma de ocio (Imagen Ilustrativa Infobae)

La salud cardiovascular no solo depende de la dieta y el ejercicio, sino también de la gestión del tiempo digital que será uno de los retos más importantes de las próximas décadas. En consecuencia, es importante comprometernos por sustentar vínculos sanos con la tecnología y no permitir que absorba nuestra atención. La hiperconexión desplaza nuestros cuerpos pensantes a espacios donde la concentración queda trastornada, dificultando el crecimiento personal y el compromiso con la vida cotidiana. “Nos crea demasiada ansiedad”, resumió el experto, destacando la importancia de establecer vínculos sanos con el mundo tecnológico.