Las redes sociales y los conflictos familiares, las principales fuentes de estrés y ansiedad de los estudiantes en España

Un estudio revela que la mitad del profesorado califica la salud mental de su alumnado como regular y la ansiedad se consolida como el principal problema

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Imagen de recurso de un
Imagen de recurso de un aula vacía. (Europa Press)

Las redes sociales y los problemas familiares lastran el bienestar emocional de los estudiantes en España. La mitad del profesorado califica la salud mental de sus estudiantes como regular y la ansiedad se consolida como el principal problema en el entorno escolar, según el informe El estado de la salud mental en el aula 2025, publicado este martes por la Fundación MAPFRE y Siena Educación.

El estudio, que se apoya en 850 respuestas de docentes y en dieciséis grupos de discusión, muestra, respecto a la salud mental del alumnado, que el 56% del profesorado la valora como regular, el 29% como buena y el 11% como mala. En este sentido, la ansiedad se posiciona como el principal problema de bienestar mental en las aulas, señalada en primer lugar por el 44% del profesorado y mencionada en alguna posición por el 84%. Le siguen la agresividad o el bullying (48%) y el estrés (48%). La depresión (36%), las adicciones (34%) y las conductas autolesivas (28%) también tienen una presencia significativa, aunque menos prioritaria. Entre las problemáticas adicionales, los docentes mencionan problemas familiares, trastornos de la conducta alimentaria (TCA) e ideación suicida, así como casos de apatía, soledad, fobia escolar y duelo.

El análisis de los factores que influyen en la salud mental del alumnado revela que los problemas familiares (60%) y la influencia de las redes sociales (57%) son percibidos como los más determinantes. Les siguen la importancia de los amigos (42%) y los compañeros (33%). En cambio, la presión académica es considerada muy influyente solo por el 13%, y factores como el miedo al porvenir o la falta de apoyo emocional en el centro aparecen relegados, con más del 60% de respuestas que los consideran poco o nada influyentes.

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Dónde fallan las familias

En cuanto al papel de las familias, más de la mitad de los docentes opina que solo en algunos casos identifican y atienden adecuadamente los problemas de salud mental de sus hijos, mientras que un 18,1% cree que en general no lo hacen y un 17,3% afirma que rara vez lo hacen.

Entre las situaciones familiares conflictivas más frecuentes detectadas por el profesorado destacan los estilos parentales muy permisivos o muy autoritarios (85%), la separación o divorcio reciente (76%) y la falta de seguimiento académico en casa (70%). También detectan otros factores menos frecuentes, pero que también generan de estrés y ansiedad entre los alumnos: los problemas económicos graves (30%), la violencia de género o el maltrato en el hogar (19%) y el fallecimiento de un familiar cercano (15%).

Inseguridad y baja autoestima, los frutos de las redes sociales

En el ámbito digital, el consenso es casi absoluto: el 97,9% del profesorado considera que las redes sociales afectan negativamente al bienestar emocional del alumnado. Solo un 1,4% percibe un impacto positivo y un 0,7% no observa efectos. La mayoría identifica que las redes sociales generan inseguridad y baja autoestima y disminuyen la capacidad del alumnado para manejar sus emociones. Los contenidos que promueven estándares de belleza irreales (33%) y el contenido violento o agresivo (27%) son vistos como los principales focos de riesgo, seguidos de la pornografía (18%) y el fomento del acoso y la exclusión (16%).

La digitalización de las aulas también genera opiniones divididas. Un 31,5% del profesorado considera que dificulta la gestión emocional de los conflictos escolares, mientras que un 28,8% opina que no influye y un 22,8% cree que aumenta los conflictos debido a la falta de interacción directa. Solo un 11,0% ve mejoras gracias a las nuevas herramientas digitales.

Sin recursos para ayudar emocionalmente a los alumnos

En cuanto a la prevención y estrategias, dos tercios del profesorado afirman tener conocimiento de los protocolos de salud mental en sus centros, pero un tercio declara no haber recibido ninguna formación específica sobre protocolos de salud mental en el aula, y entre quienes sí la han recibido, predomina un formato puntual e interno, como charlas o talleres breves. A pesar de ello, casi el 70% se considera capacitado para identificar signos de problemas de salud mental, frente un 30% que no.

Entre las estrategias preventivas, el profesorado considera que se debe concienciar sobre el uso crítico de las redes sociales, seguido de incentivar actividades offline que fomenten la socialización, la limitación del acceso a dispositivos electrónicos durante el horario escolar y los programas de educación digital. En este sentido, también indican que as principales barreras para abordar la salud mental en el aula son la falta de tiempo (79%) y la falta de formación (60%), seguidas de la falta de apoyo familiar (38%) y el escaso apoyo institucional (17%).

Las propuestas de mejora recogidas en el estudio apuntan a la necesidad de más formación y capacitación docente , más talleres y actividades para el alumnado, la incorporación de más psicólogos escolares y profesionales de apoyo, y una mayor implicación de las familias. También se demanda una mejor coordinación con servicios externos y la creación de espacios de escucha y tutoría.