Nuevos datos sobre el pesquero ‘Vila Pitanxo’ que se hundió a 250 millas de Terranova: iba “sobrecargado” y se desalojó “demasiado tarde”

La investigación determina que el motivo del hundimiento fue por el error del capitán al valorar la situación de manera “insuficiente o inadecuada”

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Reconstrucción del hundimiento del Pitanxo.
Reconstrucción del hundimiento del Pitanxo. / POLITICA CIAIM

La Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) señala en su informe que el pesquero ‘Villa de Pitanxo’ iba “sobrecargado” en el momento del hundimiento en el océano Atlántico, a 250 millas (400 km, aproximadamente) de Terranova (Canadá), en febrero de 2022. Además, la investigación, según informa la agencia EFE, asegura ahora que el capitán, Juan Padín, valoró de manera “insuficiente o inadecuada” la situación, así como ordenó “demasiado tarde” su desalojo.

Juan Padín, quien sobrevivió al naufragio, era el capitán del barco ‘Villa de Pitanxo’, en cuyo naufragio murieron 21 personas, de las cuales 12 nunca aparecieron. Según la investigación que ahora se presenta, el comportamiento de Padín se considera como la principal responsabilidad del suceso. En este, lograron salvarse dos personas: el sobrino del capitán, Eduardo Rial, y otro de los marineros, el ghanés Samuel Kwesi.

Las conclusiones del informe de la CIAIM, ahora presentadas, fueron solicitadas por el juez que instruye la causa, el magistrado Ismael Moreno, titular del juzgado central número 2 de la Audiencia Nacional.

El hundimiento de ‘Villa de Pitanxo’

Los técnicos que han realizado el informe han aportado el contexto del suceso, ocurrido el 15 de febrero de 2022. Estos sostienen que el buque se hundió de manera “progresiva e incontrolada” durante la actividad pesquera del barco, dedicada a recoger una red de arrastre en el mar durante un temporal, algo que “le hizo perder flotabilidad y estabilidad”, según se lee en el informe.

La CIAIM ha determinado que cuando el agua entró, el ‘Villa de Pitanxo’ iba “sobrecargado” y su peso excedía los valores recogidos en su libro de estabilidad, según informa EFE. De ser así, según aseguran los expertos de la comisión de investigación, fue porque ni el patrón ni la casa armadora “controlaron ese mayor peso” porque se hicieron modificaciones en el buque para poder cargar más combustible y porque sus calados “eran mayores de los autorizados”.

Las maniobras ordenadas por Padín, continúa el informe de la CIAIM, para liberar la espichada en pleno temporal “aumentaron la inmersión de los puntos de posible inundación del parque de pesca y favorecieron que el fuerte oleaje alcanzase al buque por popa”. Por ello, se ha determinado que el patrón hizo una valoración “insuficiente o inadecuada”.

La progresiva inundación originó que el buque zozobrara y que se parara el motor, facilitando con ello la entrada de agua a los espacios interiores por todas las aberturas posibles, lo que provocó su hundimiento en pocos minutos desde la orden de abandono. Con respecto a esta orden para desalojar el barco, el informe apunta a que la manera en que se produjo el abandono del buque “contribuyó al elevado número de víctimas”.

Una vez el barco estaba “totalmente inundado”, según cuentan los expertos en el informe, no hubo tiempo para un “abandono ordenado” del pesquero o para que los marineros alcanzasen los puntos donde estaban las balsas con los trajes de inmersión y los chalecos salvavidas.

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Ninguno de los tripulantes que fueron al camarote a buscar el traje de inmersión pudo alcanzar la balsa salvavidas, salvo uno. Además, de los pocos que pudieron alcanzar esta balsa, solo dos llevaban el traje puesto: el capitán, que lo tenía en el puente, y su sobrino. También subrayan los expertos que esta tardía orden de evacuación provocó daños en la balsa, lo que aceleró la hipotermia de los marineros que embarcaron y que, en su mayoría, acabaron falleciendo.