Cómo identificar si tu gato tiene problemas de salud mental, según un experto

Estos son los principales aspectos que debes tener en cuenta

Guardar
Foto de un gato. (TikTok:
Foto de un gato. (TikTok: @suncatchersanctuary)

Los gatos son una de las mascotas más queridas en España. Según diferentes entidades, hay un total de 5,9 millones en el país, siendo tan solo superados en número por los perros. Si eres el dueño de una de estas mascotas, es evidente que busques lo mejor.

Uno de los problemas que más suelen pasar inadvertidos son los de carácter psicológico. Se manifiestan mediante cambios sutiles en el comportamiento. Estos desequilibrios suelen surgir cuando existe una alteración en la armonía emocional o en la capacidad del animal para adaptarse al entorno.

Situaciones concretas como dolor físico, un ambiente poco estimulante o la falta de control sobre su espacio pueden provocar estrés, ansiedad y otras alteraciones similares a los trastornos psicológicos humanos.

João Pedro Monteiro, profesor en la Cooperativa de Enseñanza Superior Politécnica y Universitaria de Gandra, ha confirmado para El País que el bienestar psicológico felino depende de un entorno equilibrado y la libertad de decidir cuándo y con quién interactuar.

Factores que afectan el equilibrio emocional

Las características del entorno y la genética influyen en la propensión a sufrir alteraciones psicológicas. Los factores hereditarios pueden generar miedo o ansiedad, pero también influyen los cambios repentinos en la vida cotidiana, como mudanzas, reformas en la vivienda o la llegada de nuevos animales o personas.

Por esta razón, es recomendable evitar los castigos como método de aprendizaje. Premiar el buen comportamiento refuerza la relación entre el animal y su familia humana, mientras que el castigo contribuye a incrementar el miedo, la inseguridad y puede originar conductas agresivas o defensivas.

Más de 286.000 perros y gatos abandonados en España al año: estos son los motivos más comunes.

Cambios de comportamiento, la principal señal de alerta

Observar cualquier variación en el comportamiento es clave para detectar problemas de salud mental en gatos. Comer en mayor o menor cantidad de lo habitual, usar de manera diferente el arenero, mostrar agresividad, maullar más de lo habitual o cambiar la forma de interactuar con otros animales son señales a las que hay que prestar atención.

En ocasiones, los tutores interpretan erróneamente estos cambios y atribuyen al gato características como mal genio, rebeldía o capricho. Detrás de estos comportamientos, en realidad, puede existir malestar físico o mental no reconocido.

Los gatos necesitan estímulo, actividad y opciones para expresar de manera natural su instinto depredador e individualista. Un entorno adaptado, con acceso a lugares elevados, escondites y recursos separados, favorece el bienestar psicológico.

El sentido del olfato cumple una función fundamental en la comunicación felina. Los gatos marcan su territorio con feromonas, por lo que resulta conveniente incluir en el hogar rascadores y reducir la limpieza en ciertas zonas para preservar estos marcadores.

La personalidad y la edad influyen en la forma en que aparecen los desajustes. Los gatos jóvenes suelen canalizar el exceso de energía con movimientos bruscos o comportamientos destructivos, mientras que los adultos pueden manifestar cambios a través de demandas de atención o alteraciones como la actividad nocturna.

Detectar y entender estas señales permite acudir a tiempo a un profesional, evitar el deterioro en la calidad de vida del animal y fomentar un entorno favorable para su salud mental.