O eres funcionario en la Administración o empleado en una gran empresa: dónde debes trabajar en España si quieres ganar más

De media, el sueldo del sector público supera en un 9% al resto de actividades económicas. Dentro de la Unión Europea, solo Chipre y Luxemburgo superan a España

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Imagen de las cuatro torres
Imagen de las cuatro torres de Madrid con un funcionario de fondo, imágenes de Adobe y Europa Press. (Montaje Infobae)

El mercado laboral español se caracteriza, además de por su alto porcentaje de desempleo juvenil -eterna asignatura pendiente de sucesivos gobiernos-, por las profundas desigualdades salariales. Y, en verdad, lo que ganes tendrá mucho que ver con la elección de empresa en la que decidas trabajar o en la que te toca por cosa del destino. El tamaño de la compañía, el sector de empleo, el tipo de contrato, el nivel educativo, tu género o dónde vives son aspectos que afectan en la remuneración.

Así queda reflejado en un estudio publicado por Eurostat, titulado Determinantes salariales en la Unión Europea y en el que se ha trabajado con 20 millones de empleados en todo el territorio, que revela cuáles son los dos caminos a seguir si lo que buscas es tener una mayor remuneración. El primero de ellos es un sueño para muchos españoles: ser funcionario. Ya no solo por disponer de un mejor horario, sino que, de media, el sueldo del sector público supera en un 9% al resto de actividades económicas. Solo dos países -Chipre y Luxemburgo- superan a España en este sentido.

En la mayoría de países de la Unión Europea, ser empleado público no garantiza un salario más elevado respecto al promedio del conjunto de sectores: generalmente, los salarios medios en la administración pública están por debajo de los salarios del sector privado. Y aunque no ocurre así en España, es importante matizar que este efecto positivo no se extiende a todos los sectores tradicionalmente vinculados al ámbito público. Dentro de la Educación, por ejemplo, los salarios medios en España son apenas inferiores al promedio de la economía, mientras que en el ámbito sanitario la diferencia es algo mayor en detrimento de estos empleados. Los salarios más altos se concentran en los empleados de la administración, defensa y servicios centrales del sector público.

Si trabajas en una empresa de menos de 50 trabajadores... complicado

Trabajar en una empresa de mayor tamaño es, según el estudio, un pasaporte casi seguro hacia salarios más elevados. El informe de Eurostat clasifica las empresas en varias categorías según el número de empleados y toma como referencia aquellas con más de 1.000 trabajadores para comparar los resultados salariales. Los datos demuestran que, en España, los empleados de pequeñas empresas —particularmente en aquellas con menos de 50 trabajadores— ven sus posibilidades de alcanzar salarios competitivos sensiblemente mermadas.

Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, comparece ante el Congreso de los Diputados

La escala salarial muestra una progresión clara: a medida que crece el tamaño de la empresa, aumenta el salario bruto que perciben los trabajadores. Esta tendencia se explica en parte por la mayor capacidad de las grandes organizaciones para negociar salarios, ofrecer incentivos y absorber costes laborales más altos, en contraste con las menores posibilidades de maniobra de las pymes, obligadas a operar con márgenes de beneficio más ajustados y bajo una competencia mucho mayor. Los datos sitúan a España dentro del grupo de países comunitarios donde la diferencia de salario entre los extremos del tejido empresarial es clara, aunque menos extrema que en otros estados, como Alemania o Bulgaria.

La antigüedad, importante

Otro aspecto que refuerza el atractivo de trabajar en grandes empresas o en la administración pública es la importancia de la antigüedad laboral. El informe señala que, en España, los trabajadores que permanecen más años en la misma organización ven cómo sus salarios aumentan de manera notable, generando un incentivo adicional para optar por sectores y empleadores que favorecen la estabilidad a largo plazo.

Por otra parte, el tipo de contrato y la jornada laboral también influyen en el salario final: los contratos temporales y el empleo a tiempo parcial tienden a estar asociados con salarios más bajos, aunque en España el impacto negativo de la temporalidad, sin ser tan pronunciado como en otros países de la Unión, sigue representando una barrera para la mejora salarial.

La formación sigue jugando un papel clave en la estructura salarial española. Como en el resto de Europa, alcanzar niveles educativos superiores se traduce en mejores salarios, aunque el informe advierte de la existencia de una brecha de retorno: en España, las mujeres obtienen menores incrementos salariales que los hombres por sus títulos académicos en muchos niveles educativos.

Madrid y el noreste, polos de mejores sueldos

El texto también refleja importantes disparidades regionales dentro de España. Madrid se utiliza como región base para comparar los salarios a nivel nacional, y la única zona que la supera en retribución media es el noreste del país (4% respecto a la capital). Por el contrario, regiones como el noroeste, el centro y Canarias presentan brechas negativas de hasta el 8% respecto al salario medio madrileño.

El estudio de Eurostat resume un patrón claro: en España, aspirar a un salario competitivo pasa por alcanzar una plaza en la administración pública o por hacerse un hueco en una gran empresa. Las diferencias de remuneración son notables entre ocupaciones y sectores, y quedan mediadas igualmente por la región de residencia, el tipo de contrato y el nivel educativo. Para quienes valoran la estabilidad y buscan maximizar sus ingresos, la fórmula es inequívoca: o funcionario, o empleado de una gran empresa.