Ni tónica ni té: esta bebida es la mejor aliada para hacer una limpieza de hígado, según un estudio

Este fruto, aunque conocido por su carácter exótico, se encuentra fácilmente en establecimientos especializados y mercados, y puede adquirirse tanto seco como en conserva para su disponibilidad durante todo el año

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Jugos de diferentes sabores. (Adobe)
Jugos de diferentes sabores. (Adobe)

Si eres de los que cuando van a una cafetería optan por la opción saludable -agua- o lo menos malo -café- y te interesa cuidar tu salud hepática, debes saber que existen otras opciones que, aunque sean difíciles de encontrar en tu barrio, te la puedes preparar en casa tan ricamente. Recientes investigaciones destacan al jugo de tamarindo como una bebida con notables propiedades para favorecer la depuración del hígado. De acuerdo con una publicación reciente del Journal of Plant Sciences and Research, el jugo de tamarindo promueve la limpieza hepática gracias a su alto contenido en aminoácidos, compuestos fitoquímicos y vitaminas.

El hígado, órgano esencial para la eliminación de toxinas y la regulación del metabolismo, puede padecer patologías como la esteatosis hepática —más conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico— debido a la dieta actual rica en grasas y procesados. Contrario a la creencia general, el efecto depurativo del jugo de tamarindo supera el impacto de bebidas tradicionales, impulsando no solo la limpieza del órgano, sino también el aumento de la producción de bilis, indispensable en la digestión de grasas y la expulsión de desechos.

Expertos citados por el Journal of Plant Sciences and Research recomiendan que la mejor manera de aprovechar estos efectos es preparar el jugo en casa, y consumirlo fresco, preferentemente por la mañana, para optimizar su eficacia. El jugo puede enriquecerse añadiendo jengibre, limón o cúrcuma; estos ingredientes potencializan la actividad antioxidante y digestiva, al tiempo que aportan nuevos matices de sabor.

El jugo de tamarino reduce el riesgo de diabetes y obesidad

Más allá de la función depurativa, el consumo habitual de jugo de tamarindo puede incidir en la reducción del riesgo de diabetes y obesidad, resaltando el fuerte papel que desempeña un hígado saludable en el mantenimiento de los niveles de azúcar y grasa en sangre.

Este fruto, aunque conocido por su carácter exótico, se encuentra fácilmente en establecimientos especializados y mercados, y puede adquirirse tanto seco como en conserva para su disponibilidad durante todo el año. Según las indicaciones difundidas por Journal of Plant Sciences and Research, “incorporar el jugo de tamarindo a la rutina diaria ofrece al organismo un aliado potente para la salud hepática y el bienestar general”.

Expertos destacan los beneficios del jugo de remolacha, té verde y café para la salud hepática.

Para quienes no aprecian el sabor particular del tamarindo, existen otras alternativas naturales como el jugo de remolacha, el de limón o las infusiones de cardo mariano, también valoradas por sus beneficios sobre el hígado. El texto sugiere que mantener estas costumbres puede marcar “un impacto directo en el bienestar” a través de pequeños gestos cotidianos.

Quienes buscan un enfoque práctico hallarán que el jugo de tamarindo se mezcla fácilmente con otros ingredientes o puede formar parte de smoothies detox, dando lugar a combinaciones variadas. Además, el tamarindo posee ventajas de conservación y accesibilidad a lo largo de todo el año, facilitando su consumo regular. Cada vaso, de acuerdo al artículo, podría contribuir de forma efectiva a preservar la salud hepática y, con ello, el equilibrio metabólico y general del organismo.