Neuralgia del trigémino, la enfermedad que provoca “uno de los dolores más graves”, según la OMS

Cada año se diagnostican unos 2.000 nuevos casos de neuralgia del trigémino en España, según datos de la Sociedad Española de Neurología

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Un paciente con dolor de
Un paciente con dolor de neuralgia del trigémino (AdobeStock)

En materia del dolor, la neuralgia del trigémino es una de las enfermedades más dolorosas e incapacitantes por la intensidad que puede alcanzar. Algunos estímulos mínimos, como acariciar la piel, comer o cepillarse los dientes, pueden desencadenar oleadas de dolor intenso parecido a descargas eléctricas. De hecho, es “uno de los dolores más graves que existen”, según la OMS.

Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a personas mayores de 50 años y es más habitual en mujeres. Los pacientes describen la sintomatología con episodios recurrentes de dolor punzante, superficial, agudo y paroxístico en uno de los lados de la cara. Según la Clínica Universidad de Navarra, cada episodio puede durar de un segundo a dos minutos y no suele presentarse durante el sueño. El lado derecho es ligeramente más prevalente en los casos reportados (alrededor del 60 %), mientras que la presentación bilateral es excepcional, entre el 1 % y 6 % de los casos.

No siempre es posible identificar la causa exacta de la neuralgia del trigémino. En muchos pacientes se considera “idiopática”, aunque se cree que la compresión vascular del nervio es la causa más común. Otras causas menos frecuentes incluyen tumores que ejercen presión, factores de desmielinización como los que ocurren en la esclerosis múltiple, traumatismos o lesiones quirúrgicas previas. Los estímulos más leves pueden actuar como “zonas gatillo”: actos cotidianos como hablar, masticar, tocar la cara, sonarse la nariz o incluso una brisa suave pueden precipitar una crisis.

Cada año se diagnostican en España unos 2.000 nuevos casos de neuralgia del trigémino, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Se calcula que al menos un 0,3 % de la población española llegará a desarrollar este trastorno a lo largo de su vida.

El diagnóstico de neuralgia del trigémino descansa en gran medida en la historia clínica y la descripción de los episodios de dolor: su duración, frecuencia, localización y factores desencadenantes. En la exploración física puede detectarse sensibilidad facial o alteraciones leves, aunque muchas veces no hay hallazgos evidentes. Las pruebas de imagen, como la resonancia magnética de alta resolución, pueden ayudar a detectar compresión vascular, tumores u otras causas estructurales, aunque en muchos casos se observan resultados normales.

Tratamientos para la neuralgia del trigémino

El enfoque inicial suele ser conservador, basado en medicación para el dolor neuropático. Los fármacos anticonvulsivantes como la carbamazepina, oxcarbazepina o alternativas como la gabapentina o lamotrigina se suelen utilizar para reducir la intensidad y frecuencia de las crisis. De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, en muchos pacientes estos tratamientos ofrecen un alivio sustancial, aunque con el tiempo la eficacia puede disminuir.

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Cuando el tratamiento médico no es suficiente o los efectos secundarios son intolerables, se exploran opciones intervencionistas o quirúrgicas. Entre ellas están la microdescompresión vascular, en la cual el vaso que comprime el nervio se separa y se coloca un colchón protector; procedimientos ablativos como la radiofrecuencia, la inyección de glicerol o la compresión con balón; y técnicas no invasivas como la radiocirugía estereotáxica (Gamma Knife).

Aunque la neuralgia del trigémino puede ser una condición dolorosa crónica, con tratamiento adecuado una alta proporción de pacientes alcanza un alivio prolongado. La Clínica Universidad de Navarra señala que entre un 80 % y 85 % de los pacientes logran eliminar o reducir el dolor a largo plazo con tratamiento médico y, en caso necesario, intervenciones.