La Fiscalía pide 30 años de cárcel para Antonio Tejado por el asalto a la casa de María del Monte: los delitos que se le imputan

El Ministerio Público incrementa en dos años la pena solicitada por la defensa de la cantante a su sobrino, a quien se acusa de ser autor intelectual del robo con violencia

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Antonio Tejado, en una fotografía
Antonio Tejado, en una fotografía de archivo. (Europa Press)

La Fiscalía de Sevilla ha solicitado 30 años de prisión para Antonio Tejado, sobrino de María del Monte, por su presunta implicación en el asalto violento al domicilio de la cantante en Gines, Sevilla, en agosto de 2023.

Según ha adelantado Diario de Sevilla, el Ministerio Público atribuye a Tejado la autoría de cinco delitos de robo con violencia en casa habitada, cinco de detención ilegal, un delito leve de lesiones y uno de receptación.

La solicitud de la Fiscalía, presentada ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, supera incluso la petición de la acusación particular ejercida por la abogada de María del Monte y su pareja, la periodista Inmaculada Casal, que reclama 28 años y medio de prisión para Tejado. El Ministerio Público detalla que, por cada uno de los cinco delitos de robo con violencia, solicita seis años de cárcel, sumando un total de 30 años, además de una multa de 1.800 euros por el delito leve de lesiones. Para otro de los acusados, procesado por receptación de objetos robados, la Fiscalía pide tres años de prisión.

El papel de Tejado en el robo

El papel de Antonio Tejado en el asalto ha sido descrito por la Fiscalía como el de “autor intelectual”, una figura central en la planificación y ejecución del delito. El escrito fiscal sostiene que Tejado, aprovechando su vínculo familiar, obtuvo información privilegiada sobre la vivienda, el patrimonio de su tía y los sistemas de seguridad. A principios de 2023, el acusado inició un acercamiento inusual a María del Monte, ofreciéndose para gestionar la compra de un cachorro de perro, lo que le permitió visitar la casa con frecuencia y recabar detalles sobre la estructura del inmueble, la ubicación de la caja fuerte y el funcionamiento de las alarmas y cámaras de seguridad.

Antonio Tejado, en una imagen
Antonio Tejado, en una imagen de archivo. (Europa Press)

Con estos datos, Tejado facilitó a los demás acusados información precisa sobre la distribución de la vivienda y la rutina de sus habitantes. La Fiscalía sostiene que la banda, liderada por Arseny Garibyan, conocido como ‘El Ruso’, decidió ejecutar el asalto en la madrugada del 25 de agosto de 2023, una vez que Tejado confirmó la presencia de las personas clave en la casa, necesarias para acceder a la caja fuerte. Días antes del asalto, varios miembros del grupo inspeccionaron la zona utilizando un dron y prepararon el acceso por la parte trasera del inmueble, donde colocaron un palé para saltar el muro perimetral.

El relato del asalto describe una acción ejecutada con violencia extrema. Sobre las cuatro de la madrugada, los asaltantes, vestidos de negro y con el rostro cubierto, irrumpieron en la vivienda. Mientras algunos vigilaban en el exterior, cinco de ellos accedieron al interior, donde sorprendieron a la empleada del hogar en el sótano, la retuvieron y le arrebataron el teléfono móvil. En la planta superior, María del Monte e Inmaculada Casal fueron abordadas en sus dormitorios. La cantante fue inmovilizada boca abajo, maniatada y presionada contra la cama, mientras le quitaban el reloj y el móvil. Casal fue obligada a permanecer sentada mientras los asaltantes registraban la habitación en busca de objetos de valor.

La hija de Casal y su marido, que dormían en una habitación contigua, también fueron retenidos. La joven fue llevada al vestidor donde se encontraba la caja fuerte y, bajo amenazas y agresiones, se le exigió que la abriera. El estado de pánico le impidió introducir correctamente la clave, lo que provocó la ira de los asaltantes, quienes la amenazaron de muerte. Finalmente, Inmaculada Casal logró abrir la caja fuerte, permitiendo que los ladrones se apoderaran de joyas, dinero y objetos de gran valor sentimental. Antes de huir, los asaltantes obligaron a las víctimas a permanecer en el sótano y en las habitaciones, bajo amenazas de muerte, y se llevaron los teléfonos móviles para evitar que pudieran alertar a la policía.