José Luis Marín, psiquiatra, sobre la esperanza de vida: “Es más importante el código postal que el código genético”

El estrés crónico derivado de la inseguridad económica y la precariedad laboral activa mecanismos fisiológicos que afectan negativamente la salud

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El psiquiatra y psicoterapeuta José
El psiquiatra y psicoterapeuta José Luis Marín en el podcast Zzen Labs. (TikTok)

Tras 40 años de trayectoria profesional con un visión integradora de la psiquiatría, la psicoterapia y la medicina psicosomática, el psiquiatra y psicoterapeuta José Luis Marín tiene claro que las circunstancias sociales tienen más influencia que la genética en la salud. “Se sabe que en nuestra vida tiene mucha más importancia el código postal que el código genético”, sostiene en una entrevista en el podcast Zzen Labs, donde aporta un dato esclarecedor: “Entre Pozuelo de Alarcón y el municipio de Parla, en línea recta puede haber quince kilómetros. Hay dos años de diferencia de expectativa de vida. Eso son determinantes sociales

El especialista explica que factores como la pobreza, la alimentación y el acceso temprano a la educación infantil, que dependen en buena parte de la capacidad económica de cada persona y de cada familia, inciden de manera directa en la salud física y mental.

Más naturaleza implica más salud

El entorno natural también desempeña un papel esencial en el bienestar. “Estás rodeado de verde. El contacto con la naturaleza es también, como sabemos hoy, absolutamente fundamental para el desarrollo correcto del sistema psiconeuroendocrino inmunitario”, añada Marín. Según su experiencia, “las personas rodeadas de verde tienen menos enfermedades infecciosas. El sistema inmunitario, otra vez, tiene que ver con este bienestar. Estas personas, otra vez, la esponja que decíamos, tienen un sistema inmunitario mucho más fuerte”.

Las madres solteras sufren más riesgo de pobreza: “No podemos vivir con una jornada reducida, necesitamos recursos”.

La ubicación de la vivienda y las condiciones del entorno inmediato son elementos que, para Marín, tampoco pueden pasarse por alto a la hora de medir la calidad de vida y su influencia en la salud. “Los determinantes sociales tienen muchísimo que ver con dónde, con dónde está tu casa, dónde está tu casa. La, la cantidad de ver de árboles que tienes a tu alrededor. El ruido ambiental, el ruido es un determinante social muy importante”, apunta el psiquiatra.

Varios operarios trabajan en una
Varios operarios trabajan en una calle de Valencia. (EFE/Ana Escobar)

El sedentarismo derivado del transporte

El tiempo invertido en los desplazamientos diarios también impacta en la salud. “La distancia desde dónde vives a dónde trabajas. ¿Sabes que puedes estar una hora y media en un transporte público o en tu propio coche? Pero en todo caso, una hora y media para ir y otra hora para volver. Eso es el 10 % del día en total, que es el quince, dieciséis por ciento del día activo. Eso es una barbaridad”, añade Marín.

El estrés ligado a la economía

La precariedad laboral y la inseguridad económica, recuerda el experto, generan un estado de estrés persistente con consecuencias fisiológicas. “La precariedad laboral, naturalmente, la pobreza, la dificultad para llegar a fin de mes, para poder tener una cierta seguridad económica, todo eso, lo que ocurre como experiencias traumáticas, lo que hace es que activa tu sistema psiconeuroendocrino inmunitario, activa el sistema que se llama el sistema hipofiso adrenal y te coloca en una situación de estrés crónico”, señala Marín, que insiste en las diferencias entre una vida acomodada y con garantías en comparación con una precaria marcada por la incertidumbre. “Son personas que están crónicamente estresadas y eso, otra vez, es imposible vivirlo sin pagar una factura”, asegura.