La sanidad de Castilla-La Mancha pagará 160.000 euros por la muerte de una bebé recién nacida

Los sanitarios ignoraron las señales de alerta y provocaron daños irreversibles en el feto, según El Defensor del Paciente

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Hospital General de Tomelloso (Ciudad
Hospital General de Tomelloso (Ciudad Real), donde atendieron a la familia afectada. (JCCM/EUROPA PRESS)

El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) indemnizará con 160.000 euros a una familia por la muerte de su bebé, recién nacida en el Hospital de Tomelloso (Ciudad Real). La pequeña, de nombre Valeria, falleció la madrugada del 15 de noviembre de 2013 a causa de los retrasos en la asistencia médica del centro.

Según ha informado la asociación El Defensor del Paciente, cuyos servicios jurídicos han representado a la familia afectada, la gestación de Valeria fue absolutamente normal hasta el 14 de noviembre de 2013, cuando su madre, identificada como N.M.L, tuvo que acudir al Servicio de Urgencias del Hospital de Tomelloso por rotura prematura de membranas.

Al atenderla, los sanitarios identificaron que la parturienta presentaba líquido meconial de color verdoso y amarillento, que puede ser una señal de problemas cardiacos en el feto. Sin embargo, los trabajadores del hospital no comenzaron la monitorización continua hasta 5 horas después, cuando detectaron sufrimiento fetal.

Ignoraron las señales de peligro y le rompieron un pulmón

Embarazo (Imagen Ilustrativa Infobae)
Embarazo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ante la situación de gravedad, se decidió proceder a una cesárea de urgencia. Según indica El Defensor del Paciente, Valeria nació “cubierta en grandes cantidades de meconio” (materia fecal del recién nacido), que acabó aspirando, y un Apgar de 6-9. Esta es la primera prueba que se le realiza al bebé para saber cómo ha tolerado el proceso del parto. Cualquier puntuación por debajo de 7 señala que el bebé necesita atención médica urgente. Pese a todos estos signos de alerta, Valeria fue enviada a la habitación con su madre, “donde se obviaron los evidentes signos de hipotonía e hipoactividad que padecía si proceder a la monitorización de la recién nacida”, denuncia El Defensor del Paciente en un comunicado.

La situación de la recién nacida empeoró cada vez más y fue necesario intubarla, procedimiento que los sanitarios realizaron “de forma incorrecta con enclavamiento del tubo endotraqueal en el bronquio principal del pulmón derecho y no el izquierdo”. Esta negligencia le provocó la rotura del pulmón derecho y el colapso del pulmón izquierdo. “La realización de una simple radiografía habría puesto de manifiesto la errónea intubación”, valora la organización.

Valeria fue trasladada al Hospital La Mancha Centro (Alcázar de San Juan) en el que finalmente la pequeña Valeria sufrió una parada cardiorrespiratoria. Pese a los esfuerzos de los facultativos por salvarle la vida, el daño era ya irreversible. “Si se hubiese actuado de manera diligente, si se hubiesen seguido los protocolos, la recién nacida no habría sufrido ningún daño y mucho menos se habría causado su fallecimiento”, aseguran desde El Defensor del Paciente.

SESCAM ha aceptado un acuerdo para resolver la demanda de la familia, por el que indemnizará a los padres con 160.000 euros. “Es muy triste que se acabe con la vida de una bebé que venía en perfecto estado de salud y que se frustren la tremenda ilusión de unos padres que esperaban a su primera hija por una absoluta falta de diligencia en el seguimiento de un parto”, ha expresado Carmen Flores, presidenta de la asociación.