España afrontará una de las mayores brechas demográficas de Europa: solo 74 jóvenes reemplazarán a cada 100 jubilados en España en la próxima década

Según un estudio de ‘Randstad Research’, esta situación va a su poner un reto estructural para la sostenibilidad del empleo, la productividad y el sistema de pensiones en un futuro cercano

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España afrontará una de las
España afrontará una de las mayores brechas demográficas de Europa. (Montaje Infobae España con imágenes de Canva)

Por cada 100 personas que dejarán de estar en edad laboral en España durante la próxima década, solo 74 jóvenes les reemplazarán y accederán al mercado de trabajo. Este dato, recogido por Randstad Research en su informe El reto generacional en el mercado laboral: envejecimiento, escasez de talento y cualificación, deja ver el gran desequilibrio generacional que va a afrontar el país en los próximos años.

Esto, según el estudio, va a su poner un reto estructural para la sostenibilidad del empleo, la productividad y el sistema de pensiones. El envejecimiento acelerado de la población activa y el bajo relevo generacional juvenil sitúa a España en una de las mayores brechas demográficas de Europa, junto a otros países como Italia o Grecia.

El análisis revela que la tasa de reemplazo, que es el ratio entre la población de 10 a 19 años y la de 55 a 64 años, se sitúa en el 75% para el periodo 2025-2035 y descenderá al 74% en 2050. Esto significa que, a medida que una generación numerosa se aproxima a la jubilación, la siguiente cohorte de jóvenes es insuficiente para cubrir las necesidades del mercado laboral.

La advertencia de Randstad es clara: “La combinación de una juventud cada vez menor, un importante número de población próxima a la jubilación y una población laboral total estancada o en descenso plantea serios desafíos de reemplazo generacional”, señala el informe.

Uno de cada cinco trabajadores tiene más de 55 años y en algunos sectores superan el 30%

Las causas de este desequilibrio se encuentran en tres tendencias demográficas simultáneas. En primer lugar, la población en edad laboral (15 a 64 años) desciende o se estanca, a diferencia de países como Estados Unidos o Canadá, donde aún se prevé un ligero crecimiento. En segundo lugar, la proporción de la juventud (15 a 24 años) cada vez es menor dentro de la población total, incluso en países donde el número absoluto de jóvenes crece. En España, tras un aumento del 18,35% en la población joven hasta 2025, se espera una caída del 12,8% hasta 2050. Por último, el grupo de 55 a 64 años es uno de los más numerosos, lo que anticipa un volumen elevado de jubilaciones en los próximos años.

Tasa de variación de la
Tasa de variación de la población en edad laboral (15-64) 2025-2050. (Elaboración de Randstad Research a partir de datos de la OCDE)

El impacto de este envejecimiento se refleja en la estructura del empleo. Según Randstad, el peso de los ocupados mayores de 55 años en España supera el 20% y ha crecido seis puntos porcentuales en la última década. Sectores como la administración pública, las actividades inmobiliarias y la agricultura concentran los mayores porcentajes de trabajadores de edad avanzada

  • El 30,5% de los empleados en la administración pública y defensa supera los 55 años
  • En actividades inmobiliarias, el 28,9%
  • En agricultura, el 26,3%

Este patrón se repite en otros países de Europa, pero en España la aceleración del envejecimiento laboral ha sido especialmente marcada desde 2014.

Las vacantes de trabajo subieron al 4% en 2023 y los empleos de alta cualificación crecen un 37,8% en una década

La distribución sectorial revela que las actividades más vulnerables al déficit del relevo generacional son aquellas con alta cualificación, estabilidad o especialización. Además de los sectores ya mencionados, la educación y la sanidad presentan una elevada proporción de trabajadores mayores, mientras que la hostelería y la información y comunicación mantienen estructuras más jóvenes. El informe subraya que, en muchos de los sectores envejecidos, la presión de vacantes no es elevada, por el momento, lo que indica que el relevo generacional pendiente se manifestará con más intensidad en los próximos 10 años.

La escasez de talento ya es una realidad que nos ha alcanzado. El ratio de vacantes en el mercado laboral español ha pasado de 1,6% en 2014 al 4% en 2023, lo que duplica la tensión para cubrir nuevos puestos de trabajo. En sectores como la administración pública y defensa, la información y comunicación, y las actividades profesionales y científicas, la dificultad para encontrar candidatos adecuados se incrementa cada vez más.

Esta tendencia se consolida como un fenómeno estructural más que coyuntural, es decir, que obedece a cambios profundos y duraderos en la sociedad y la economía, y no solo a circunstancias pasajeras. Además, se agrava por el desajuste entre la oferta formativa y las necesidades de los sectores más envejecidos.

La incorporación al mundo laboral más tardía de los jóvenes, con una tasa de empleo entre los 16 y los 29 años 15 puntos porcentuales inferior a la de 2007, hará que los que se jubilen en 2065 y que solo hayan podido cotizar 30 años deban compensar sus menores cotizaciones demorando la jubilación hasta los 71 años si quieren mantener el nivel de vida previo.

Por esto, el mercado laboral español se orienta cada vez más hacia empleos de alta cualificación. Entre 2014 y 2024, el empleo neto creado en Europa se ha concentrado en trabajadores con estudios superiores, mientras que se han destruido puestos entre quienes tienen menor nivel educativo. En España, la variación de ocupados con estudios superiores ha sido del 37,8% en la última década.

Sin embargo, la formación de los jóvenes no siempre se ajusta a las demandas de los sectores con mayor presión por el relevo generacional. Las áreas de Administración de empresas y Derecho, Ciencias de la Salud e Ingeniería concentran más de la mitad de los graduados universitarios, mientras que ámbitos estratégicos como las Tecnologías de la Información y la Comunicación o las Ciencias Naturales siguen teniendo un porcentaje reducido.

La Generación Z exige más: sus prioridades son el salario y el equilibrio entre vida laboral y personal

El informe también destaca que las aspiraciones de la nueva generación de trabajadores son más difíciles de satisfacer que antes. La Generación Z prioriza factores como el salario y los beneficios atractivos, el equilibrio entre vida personal y laboral, y un buen ambiente de trabajo. La diversidad, la inclusión y la formación continua también figuran entre sus principales expectativas, lo que obliga a las empresas a adaptar su oferta si desean atraer y retener talento joven.

De cara al futuro, el análisis plantea varias estrategias para poder adaptarse a esta situación. Entre ellas: facilitar el acceso laboral a los jóvenes, promover la recualificación de los trabajadores de mayor edad, recurrir a la inmigración para cubrir necesidades del mercado y aprovechar la automatización tecnológica. No obstante, la magnitud del desequilibrio demográfico sugiere que ninguna de estas medidas, por sí sola, será suficiente para revertir la tendencia.