La Policía advierte sobre una nueva estafa bancaria: “Aunque aparezca con tus datos y el nombre de la entidad, desconfía”

Los ciberdelincuentes perfeccionan sus técnicas de phishing y smishing, enviando mensajes que imitan a los bancos para robar información personal y vaciar cuentas

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La agente de la Policía
La agente de la Policía Nacional autora del vídeo (@policia)

La Policía Nacional ha lanzado una nueva advertencia a la ciudadanía tras detectar un incremento de intentos de estafa relacionados con falsas comunicaciones de entidades bancarias. El aviso se ha difundido mediante un vídeo en la red social TikTok, donde especialistas en ciberdelincuencia explican de manera directa cómo funcionan estas estafas y qué recomendaciones deben seguir los usuarios para no caer en la trampa.

El fraude consiste en el envío de mensajes de texto o correos electrónicos que aparentan proceder del banco del usuario. En muchos casos, los mensajes incluyen datos personales y muestran el nombre real de la entidad financiera, lo que refuerza la credibilidad de la comunicación. No obstante, se trata de un engaño que busca obtener información sensible para acceder a las cuentas y vaciarlas en cuestión de minutos.

Los ciberdelincuentes perfeccionan sus técnicas

La Policía señala que estas estafas se basan en el phishing y el smishing, modalidades de fraude que consisten en la suplantación de identidad a través de internet y de SMS. El grado de sofisticación es cada vez mayor: los delincuentes logran que el remitente del mensaje coincida con la denominación oficial del banco, de manera que, a primera vista, el aviso parece legítimo.

Los mensajes fraudulentos suelen incluir un enlace que dirige a una página web falsa, diseñada para replicar la estética y la interfaz del portal oficial de la entidad bancaria. Una vez en esa web, los usuarios son invitados a introducir sus credenciales de acceso o incluso datos personales como el número de teléfono. Con esa información, los estafadores pueden operar en la banca digital de la víctima sin dificultad.

La recomendación de los agentes es contundente: no hacer clic en los enlaces ni facilitar ningún dato personal, por básico que parezca. Ante cualquier duda, se aconseja contactar directamente con el banco a través de los canales oficiales de atención al cliente.

La agente de la Policía
La agente de la Policía Nacional autora del vídeo (@policia)

Denuncia inmediata y conservación de pruebas

El vídeo publicado por la Policía insiste también en la importancia de denunciar cuanto antes si alguien ha caído en la trampa. Las víctimas deben recopilar y conservar todas las pruebas posibles: capturas de pantalla de los mensajes recibidos, correos electrónicos, enlaces fraudulentos y cualquier comunicación relacionada.

Estos elementos resultan cruciales tanto para la investigación policial como para los procedimientos judiciales. En determinados casos, incluso pueden ser útiles para que los bancos reaccionen a tiempo y logren detener operaciones fraudulentas antes de que se materialice el perjuicio económico.

La Policía recuerda que, además de la denuncia, conviene revisar con frecuencia los movimientos de la cuenta bancaria. Una supervisión habitual permite detectar cargos sospechosos de forma temprana y actuar con rapidez para minimizar los daños.

Egosurfing: un aliado contra el fraude

Una de las recomendaciones más novedosas que incluye la alerta policial es la práctica del egosurfing. Este término, poco conocido entre la mayoría de los usuarios, consiste en buscar periódicamente el propio nombre en internet para comprobar qué información personal está disponible de manera pública.

El objetivo de este hábito es detectar posibles datos sensibles que puedan ser aprovechados por los ciberdelincuentes. Correos electrónicos, números de teléfono o información aparentemente irrelevante en redes sociales pueden servir para dar verosimilitud a los mensajes fraudulentos.

La Policía Nacional difunde un nuevo vídeo con consejos para el ciudadano, esta vez frente a las estafas.

La Policía advierte de que muchos ciudadanos, sin ser conscientes, exponen demasiada información personal en la red. Esa sobreexposición es un recurso valioso para quienes diseñan campañas de phishing cada vez más personalizadas. Con un simple dato público, como la fecha de nacimiento o el nombre de un familiar, los estafadores logran que el mensaje parezca real y aumentan las probabilidades de éxito.