Acusan a los dos representantes de una asociación cannábica de Las Palmas de utilizarla como fachada para el cultivo y distribución de drogas

En un escrito de acusación, la Fiscalía solicita seis años de cárcel para cada uno de los acusados por un delito contra la salud pública y otro de asociación ilícita

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Marihuana (Freepik)
Marihuana (Freepik)

La Fiscalía solicita seis años de prisión para los dos representantes de la asociación “Atis Tirma Club Social Cannábico”, acusados de utilizar la entidad como fachada para el cultivo y distribución de drogas en Las Palmas de Gran Canaria y les imputa a ambos los delitos contra la salud pública y asociación ilícita. El juicio dará comienzo este lunes y se espera que se acuerde la conformidad.

Los hechos descritos por el Ministerio Público en el escrito de acusación se remontan a noviembre de 2018 cuando se constituyó dicha asociación y se inscribió en el Registro de Asociaciones de Canarias bajo la apariencia de una entidad sin ánimo de lucro destinada a la promoción de la cultura cannábica.

Sin embargo, la investigación judicial sostiene que tras esa fachada se escondía una actividad de cultivo y distribución de marihuana, hachís y derivados con fines claramente lucrativos. Al frente de la organización figuraban A., como presidente, y H.A.G.P., como tesorero, quienes, según el Ministerio Fiscal, idearon esta fórmula para dotar de una apariencia de legalidad a lo que en realidad era una red de producción y venta de droga.

88 plantas de marihuana

Las pesquisas sitúan el epicentro de la actividad en una finca arrendada en la calle Lomo Negro, en el municipio de Moya, donde ambos residían. Allí se habilitó un invernadero con sistemas de ventilación, riego y control de temperatura, en el que se hallaron 88 plantas de marihuana en avanzado estado de crecimiento.

En el interior de la vivienda, además, se localizó otra plantación “indoor” con 101 macetas, cogollos listos para el secado y material específico para el cultivo y preparación de la sustancia. Básculas de precisión, medidores de pH y bolsas de plástico completaban un arsenal de herramientas destinadas, según la acusación, a la producción y posterior distribución del estupefaciente.

El registro se extendió también al local de la asociación en la capital grancanaria. Allí, los agentes encontraron cogollos de marihuana, cartuchos de vapeo que contenían aceite de hachís, así como varios recipientes con hachís. Junto a todo ello se hallaron utensilios para la manipulación y comercialización de la droga, además de 585 euros en efectivo que la Fiscalía vincula directamente con las ventas realizadas. El análisis de las sustancias incautadas determinó un total de 4,7 kilos de marihuana, 263 gramos de aceite de hachís y casi 4 gramos de hachís.

De acuerdo con la valoración de la Oficina Central Nacional de Estupefacientes, el valor de la droga en el mercado ilícito superaba los 12.700 euros. Con estas cifras, el Ministerio Fiscal sostiene que los acusados se valieron de la asociación para encubrir un negocio de tráfico de drogas y que, lejos de fomentar un consumo compartido en el marco de un club cannábico, actuaron con un claro ánimo de lucro y desprecio por la salud pública.

Multas de 5.400 euros

Ante estos hechos, la Fiscalía solicita para cada uno de los acusados tres años de prisión por tráfico de drogas, acompañados de la correspondiente multa de 24.000 euros y de la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Asimismo, por el delito de asociación ilícita, propone la imposición de tres años de prisión adicionales, con multa equivalente a 18 meses a razón de diez euros diarios, así como inhabilitación especial para el desempeño de cualquier empleo o cargo público durante nueve años.

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El Ministerio Público argumenta que, en aplicación del artículo 520 del Código Penal, corresponde la disolución de la asociación “Atis Tirma Club Social Cannábico” y la prohibición definitiva de que la misma pueda desarrollar cualquier actividad, incluso lícita, en el futuro.