De los raviolis y lentejas a los búnkeres para la guerra: Alemania no solo prepara las armas para un posible conflicto

El ministro de Agricultura, Alois Rainer, explicó en Politico que debe invertirse en comida al igual que en defensa

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Militar con comida (Franco Fafasuli)
Militar con comida (Franco Fafasuli)

El Gobierno de Alemania está impulsando su preparación ante una posible guerra de muchas formas. La inversión en la industria de defensa y los proyectos armamentísticos es la forma más inmediata y evidente, pero un conflicto armado implica una preparación a muchos niveles. Uno de ellos es la comida.

El Ejecutivo de Merz ha anunciado un ambicioso cambio en su estrategia nacional de reservas de alimentos, adaptándose a escenarios de crisis amplificada y reorganizando tanto infraestructuras civiles como militares. Esta decisión responde al panorama de seguridad alterado y a la necesidad de estar alerta y listo en cualquier momento.

“Actualmente nos encontramos en una situación de seguridad que nos hace reflexionar a todos”, aseguró el ministro de Agricultura, Alois Rainer, en el podcast Berlin Playbook de Politico. Como explica en la entrevista, el suministro de alimentos debe considerarse tan importante como la inversión en defensa.

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Depósitos de raviolis o lentejas para la guerra

La autoridad sobre la gestión de las reservas estratégicas, en manos de Alois Rainer, ha anunciado la transición de un sistema basado estrictamente en materias primas hacia una red de almacenes con comida lista para el consumo inmediato. Más de 150 depósitos, cuya localización se mantendrá en reserva, almacenarán alimentos ya cocinados, como “ravioles enlatados o lentejas en conserva”, según indicó Rainer.

Desde la década de 1960, el país acumula cientos de miles de toneladas de granos, arroz, legumbres y leche condensada, pero este esquema se consideraba insuficiente para escenarios de conflicto de gran escala. Actualmente, la Oficina Federal de Agricultura y Alimentación (BLE) lidera contactos directos con la gran industria alimentaria y cadenas de supermercados para renovar acuerdos de abastecimiento.

Rainer propuso financiar este plan con los nuevos presupuestos militares, aprobados tras la suspensión temporal del límite constitucional a la deuda. Explicó que la industria privada “tiene las cadenas de suministro y la capacidad logística necesarias”, mientras que el coste se estima entre 80 y 90 millones de euros.

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Refugios y supervivencia

No solo la comida se está viendo mejorada respecto a un posible conflicto. La infraestructura civil de protección vive un proceso de recuperación después de que se haya reducido durante décadas. De los cerca de 2.000 búnkeres construidos durante el periodo , apenas quedan 579 activos, capaces de albergar a menos de medio millón de personas, lo que representa aproximadamente el 0,5 % de la población alemana.

El Ejecutivo trabaja en la habilitación de estaciones de metro, sótanos y garajes subterráneos para poder acoger a más personas en estos lugares de protección. La logística de reparto y cobertura de estos puntos podría quedar en manos de reservistas del ejército.

Además, el jefe de operaciones de la agencia de protección civil, Technisches Hilfswerk (THW), Florian Weber, ha intensificado sus campañas públicas para impulsar la cultura de la reserva doméstica: Las recomendaciones apuntan a almacenar, como mínimo, dos litros de agua por persona y día, varios kilos de grano, pasta o arroz, y cuatro kilos de verduras para un periodo de dos semanas.

“Estamos tan acostumbrados a acudir fácilmente al supermercado que no somos conscientes de que no podríamos vivir sin comida y bebida”, alertó el ministro Rainer. Esta advertencia busca fomentar cambios en la conducta y habito ciudadano que acompañen el refuerzo de las capacidades estatales ante una eventual crisis de gran escala en Europa.