Síndrome de la vejiga hiperactiva: causas, síntomas y tratamiento

Pese a no tratarse de una condición grave, la necesidad constante y urgente de orinar empeora la calidad de vida

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Una mujer con infección de
Una mujer con infección de orina (AdobeStock)

La vejiga hiperactiva es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo y que, pese a no representar una amenaza grave para la vida, deteriora profundamente la calidad del día a día. Esta condición se caracteriza por una urgencia repentina e incontrolable de orinar, que en ocasiones se acompaña de pérdidas involuntarias de orina.

Según la Clínica Mayo, quienes la padecen suelen experimentar micciones muy frecuentes, superando a menudo las ocho veces en 24 horas, además de interrupciones constantes del sueño a causa de la necesidad de levantarse varias veces durante la noche para ir al baño. Aunque en algunos casos no hay escapes de orina, la sola necesidad constante y la frecuencia urinaria resultan altamente perturbadoras para la vida social, laboral y emocional.

El origen de este síndrome se encuentra en alteraciones en el funcionamiento del músculo detrusor, encargado de contraer la vejiga para expulsar la orina. En condiciones normales, este proceso depende de un intercambio preciso de señales entre la vejiga y el cerebro, que permite identificar el momento adecuado para orinar. Sin embargo, en la vejiga hiperactiva el músculo comienza a contraerse involuntariamente incluso cuando la vejiga no está llena, lo que genera la sensación urgente de vaciamiento.

Las causas de este desajuste son variadas. En algunos pacientes se detectan problemas estructurales como cálculos o tumores, mientras que en otros el desencadenante es de origen neurológico, como ocurre tras un accidente cerebrovascular, en casos de esclerosis múltiple o tras una lesión de la médula espinal. También la diabetes puede alterar las señales nerviosas que controlan la vejiga y favorecer el trastorno. En los hombres, la hiperplasia benigna de próstata constituye un factor relevante, y en las mujeres los cambios hormonales asociados a la menopausia suelen agravar la situación.

Asimismo, las infecciones urinarias pueden provocar síntomas muy similares a los de la vejiga hiperactiva. Algunos factores de estilo de vida como el consumo excesivo de cafeína y alcohol, el sobrepeso, el estreñimiento o el uso de ciertos medicamentos también desempeñan un papel importante. No obstante, en un número considerable de casos la causa exacta nunca llega a identificarse.

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Tratamiento de la vejiga hiperactiva

Para establecer un diagnóstico adecuado, los especialistas recurren a una historia clínica detallada, a la realización de análisis de orina y, cuando es necesario, a pruebas complementarias como estudios urodinámicos o ecografías que permiten medir el vaciado de la vejiga. En las mujeres también se realizan exámenes pélvicos, todo con el objetivo de descartar otras enfermedades que puedan provocar síntomas similares.

El tratamiento, de acuerdo con Mayo Clinic, se aborda comenzando por intervenciones conductuales que no implican efectos secundarios significativos. Estas medidas incluyen el entrenamiento de la vejiga, el fortalecimiento del suelo pélvico y la modificación de hábitos cotidianos, como la reducción de líquidos irritantes para la vejiga o la pérdida de peso en caso de obesidad. Cuando estas estrategias no son suficientes, se recurre a la medicación. Los fármacos más utilizados son aquellos que relajan el músculo vesical, como los antimuscarínicos y los agonistas beta-3, además de la terapia hormonal en mujeres tras la menopausia.

En casos más graves, existen tratamientos avanzados como la aplicación de inyecciones de toxina botulínica en la pared de la vejiga, que bloquean temporalmente las contracciones involuntarias, o la estimulación nerviosa, que modula la comunicación entre la vejiga y el sistema nervioso. La cirugía, que busca aumentar la capacidad de la vejiga o incluso reemplazarla por una reconstrucción artificial, queda reservada para los pacientes más graves y resistentes a otras terapias.