Las bebidas azucaradas podrían estar vinculadas a un mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal, según un estudio

El consumo combinado de glucosa y fructosa podría acelerar la propagación del cáncer, según un estudio de la Universidad de Texas

Guardar

Un reciente estudio científico ha revelado una conexión preocupante entre el consumo de bebidas azucaradas y un aumento en el riesgo de metástasis en pacientes con cáncer colorrectal. La investigación, liderada por la Universidad de Texas, examinó cómo los azúcares simples —glucosa, fructosa y su combinación— afectan la progresión del cáncer en modelos de laboratorio avanzados.

La metástasis, proceso por el cual el cáncer se disemina a otras partes del cuerpo, complica seriamente el tratamiento de la enfermedad. En el caso del cáncer colorrectal, el hígado suele ser uno de los destinos más frecuentes de esta propagación.

El impacto de los azúcares comunes

Bebidas azucaradas
Bebidas azucaradas

Aunque tanto la glucosa como la fructosa se encuentran naturalmente en frutas y verduras, también son ingredientes habituales en una amplia gama de alimentos y bebidas procesadas. De forma particular, la combinación de ambos azúcares es típica en productos como zumos industriales, bebidas energéticas y refrescos.

De acuerdo con los hallazgos, esta mezcla aumentó significativamente la movilidad de las células cancerígenas, favoreciendo una propagación más rápida del tumor. “Nuestros hallazgos resaltan que la dieta diaria influye no solo en el riesgo de cáncer, sino también en la progresión de la enfermedad una vez desarrollada”, señaló la profesora adjunta Jihye Yun, quien lideró el estudio.

Yun agregó que, aunque se requiere más investigación, estos resultados sugieren que reducir el consumo de bebidas azucaradas podría ser beneficioso para quienes padecen cáncer colorrectal. También mencionó la posibilidad de estudiar nuevos enfoques terapéuticos, como abordar la enzima SORD o explorar el uso de estatinas.

Más allá del sobrepeso

Una de las revelaciones más inquietantes del estudio es que los efectos de las bebidas azucaradas sobre el desarrollo tumoral son independientes de la obesidad, que ya es un factor de riesgo reconocido en este tipo de cáncer. Esto sugiere que incluso personas sin sobrepeso podrían verse afectadas negativamente por el consumo habitual de estas bebidas.

Este nuevo estudio se suma a investigaciones previas también dirigidas por la profesora Yun, que ya habían advertido sobre el papel de estos azúcares en la aceleración del desarrollo del cáncer colorrectal en etapas tempranas.

Su impacto en otros cánceres

Cáncer de pulmón
Cáncer de pulmón

El impacto de los azúcares simples no se limita al cáncer colorrectal. Según investigaciones de la Universidad de Florida, el glucógeno —una forma de almacenamiento de glucosa en el cuerpo— también puede contribuir al crecimiento de tumores en casos de cáncer de pulmón. El profesor asociado Dr. Ramon Sun, implicado en el estudio, señaló que tradicionalmente no se ha relacionado esta enfermedad con la dieta, pero que eso podría cambiar.

“Deberíamos replantearnos nuestras estrategias de prevención del cáncer”, afirmó Sun. Propuso que campañas centradas en la concienciación alimentaria, similares a las que se han realizado contra el tabaco, podrían tener un impacto positivo en la salud pública.

Una tendencia en la medicina actual es recomendarle a los pacientes bebidas con glucosa y fructosa que puedan cubrir sus abstinencias energéticas. Sin embargo, tal y como recomienda Ramon Sun, estas prácticas deberían comenzar a ser evitadas.

Recordatorio: factores de riesgo del cáncer

Aunque no se conocen todas las causas del cáncer, sí existen factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollarlo. Según Macmillan Cancer Support, estos incluyen:

  • Estilo de vida: dieta, peso, consumo de alcohol, tabaquismo y actividad física
  • Antecedentes familiares: predisposición genética
  • Edad: el riesgo aumenta con los años

No obstante, la organización recuerda que tener uno o varios factores de riesgo no significa que una persona desarrollará cáncer, ni que quienes no los tengan estén exentos.