Qué significa que estés permanentemente limpiando la casa, según la psicología

En algunos personas existe una tendencia por la limpieza constante que puede derivar en comportamientos obsesivos nocivos para la salud mental

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La limpieza constante puede derivar
La limpieza constante puede derivar en un trastorno obsesivo real (Freepik)

La limpieza es una de las máximas imprescindibles de la vida cotidiana. No solo favorece un espacio diáfano para realizar las tareas del día a día o descansar, sino también reduce la ansiedad, previene las alergias a consecuencia del polvo y disminuye el riesgo de adquirir enfermedades respiratorias. Sin embargo, a pesar de los numerosos beneficios que tiene la limpieza, existen personas que desarrollan actitudes obsesivas en relación con ello. Según informan los expertos, mantener la casa impecable todo el rato puede constituir un problema de trastorno obsesivo-compulsivo, especialmente si el hecho de ver algo sucio genera constantes situaciones de ansiedad. Ahí es cuando el gusto por la limpieza se puede convertir en una obsesión perjudicial que pone en peligro la salud psicológica.

Un problema de obsesión

Limpiar puede convertirse en una forma de calmar la ansiedad y alejar los pensamientos obsesivos, aunque sea una solución temporal. Sin embargo, este comportamiento se vuelve problemático cuando la persona invierte demasiado tiempo en la limpieza, prohíbe el uso de ciertas áreas de la casa para mantenerlas impecables, se lastima las manos por el abuso de productos o evita recibir visitas. A veces, la obsesión es tal que se llegan a limpiar objetos que no lo necesitan.

Amo de Casa muestra cómo se limpia un baño y qué productos usa para que quede impecable y desinfectado

Esta obsesión, no obstante, no siempre está vinculada a un trastorno compulsivo, sino a una manía u obsesión por el orden que se relaciona directamente con la educación familiar y la herencia recibida del entorno. También, la ansiedad o la depresión pueden ser propulsores de estas dinámicas compulsivas. En consecuencia, la psicología propone que, si se utiliza la higiene y la limpieza para aliviar estos problemas de salud, lo mejor es hacer autocrítica y buscar otras soluciones para conciliar con ello. Muchas veces la ansiedad y el estrés por ver todo perfecto y en orden pueden producir el efecto contrario al que buscamos.

En consecuencia, los expertos proponen explorar otras actividades como el yoga o la meditación, que favorecen la autorregulación del individuo. Asimismo, acudir a un especialista puede ser otra de las soluciones con mayor margen de beneficios para la salud mental. Cuando la limpieza se vuelve una obsesión que consume tu tiempo, afecta tu vida social o causa un malestar significativo, es crucial buscar este tipo de ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a confrontar esos pensamientos irracionales y a entender que enfrentarse a la imperfección no es un riesgo verdadero.

Una mujer practicando la meditación
Una mujer practicando la meditación (AdobeStock)

Además, la obsesión por la higiene y la limpieza están relacionadas con las personalidades muy perfeccionistas. Estas personas siempre quieren tener todo bajo control. Suelen ser individuos muy exigentes, con una fijación excesiva por evitar a toda costa lo imperfecto.

La limpieza como sistema de hipervigilancia

Desde una perspectiva simplificada del gran filósofo del S.XX, Foucault, el problema de la limpieza compulsiva puede verse como el resultado de una sociedad que nos enseña a ser disciplinados y a controlar nuestros cuerpos y entornos. La limpieza se convierte en una norma social y, la persona con este problema, la ha interiorizado de tal manera que se siente vigilada y juzgada por cada imperfección. Es como si la presión externa por ser “perfecto” se convirtiera en una prisión interna, donde el individuo se disciplina a sí mismo de forma extrema. El problema no solo es personal, sino un síntoma de cómo la sociedad moderna exige un orden y un control que, llevados al extremo, se vuelven una obsesión que aprisiona a las personas.