¿Por qué es importante elegir un calzado adecuado? Desde evitar callos en los pies a reducir el riesgo de lesiones

La elección correcta de un zapato ayuda a prevenir ciertas lesiones de pies

Guardar
Un grupo de personas corriendo
Un grupo de personas corriendo una maratón (AdobeStock)

La elección de un calzado adecuado no solo influye en la comodidad diaria, sino que desempeña un papel esencial en la prevención de lesiones y en el mantenimiento de la salud podológica. Aunque la compra de zapatos suele asociarse a criterios estéticos, los especialistas insisten en que la prioridad debe ser siempre la funcionalidad y el ajuste correcto desde el primer uso.

El impacto del calzado en la salud va mucho más allá de los pies. Un zapato con suela sólida y buen soporte puede ser determinante para evitar esguinces y torceduras de tobillo, además de contribuir a la prevención de lesiones en las piernas y la espalda. Según la clínica Podoactiva, la correcta elección también favorece la postura y la alineación corporal, lo que ayuda a reducir el dolor lumbar y a mantener la adecuada disposición de las extremidades inferiores.

Por el contrario, el uso de calzado inadecuado puede desencadenar una serie de problemas físicos. La falta de soporte en el arco del pie altera la forma de caminar y genera tensiones en la espalda. Además, una talla incorrecta puede provocar ampollas, callos y rozaduras, mientras que un zapato demasiado ajustado incrementa el riesgo de desarrollar juanetes o dedos en martillo. La elección de materiales también resulta relevante: los zapatos fabricados con materiales naturales y flexibles facilitan la ventilación y reducen la probabilidad de molestias.

Los sistemas de sujeción, como cordones o velcro, son recomendables para evitar que el pie se desplace dentro del zapato, lo que podría causar lesiones, explican los podólogos. En cuanto a los calcetines, se aconseja optar por aquellos que favorezcan la transpiración, como los de algodón o fibras técnicas, para mantener los pies secos y saludables. Incluso con el calzado adecuado, los expertos sugieren limitar su uso a unas pocas horas al día.

Rosetti - Se te duermen las manos o los pies

Cuidar los pies también en casa

En el entorno doméstico, se recomienda dejar los pies al aire o utilizar calcetines antideslizantes o zapatillas de estar por casa. Para quienes emplean plantillas personalizadas, su uso debe ser continuo para garantizar su efectividad. En actividades deportivas que se practican descalzo, como el yoga, existe un mayor riesgo de desarrollar papilomas plantares; por ello, se aconseja utilizar calzado en vestuarios y piscinas, preferiblemente escarpines similares a los empleados en surf o barranquismo.

En deportes específicos, como el fútbol, el uso de calzado especializado debe restringirse exclusivamente al momento de la práctica deportiva. Para los niños, es fundamental realizar inspecciones periódicas tanto de los pies como del calzado, prestando especial atención a la zona entre los dedos, con el fin de detectar cualquier anomalía que pueda derivar en daño. El corte de las uñas debe hacerse de forma recta, evitando picos que puedan infectarse. Ante cualquier problema, la consulta con un podólogo es la medida más adecuada.

De esta manera, la salud y el bienestar dependen en gran medida de la atención que se preste a los pies, una parte fundamental de la movilidad diaria. Las alteraciones en su estructura pueden repercutir en la calidad de vida, por lo que la elección del calzado debe realizarse con criterios informados y priorizando siempre la funcionalidad y el soporte adecuado.