El mono borracho: los chimpancés toman el equivalente a dos cañas al día, una costumbre “heredada” por los humanos hace miles de años

Un estudio revela que los chimpancés consumen entre 13 y 15 gramos de alcohol al día

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El mono borracho: los chimpancés
El mono borracho: los chimpancés toman el equivalente a dos cañas al día, una costumbre “heredada” por los humanos hace miles de años. (Imagen Composición Infobae)

La relación humana con el alcohol podría tener raíces mucho más profundas de los que pensábamos... Un estudio internacional coordinado por la Universidad de California en Berkeley y publicado en Science Advances ha demostrado que los chimpancés salvajes consumen cada día el equivalente a dos o tres cañas de cerveza.

“Al principio, pensamos que habría algo de etanol en todo lo que comían, pero no sabíamos cuánto”, explica Robert Dudley, profesor de biología en la Universidad de Berkeley y padre de la hipótesis del ‘Mono borracho’.

Ahora, sabemos que “los chimpancés comen entre el 5% y el 10% de su peso corporal al día en fruta madura, por la que incluso las concentraciones bajas producen un total diario elevado, una dosis considerable de alcohol”, subraya el profesor

Comer fruta, beber cerveza, ¿emborracharse?

El análisis incluyó más de 500 muestras de frutos de 20 especies en los parques nacionales de Kibale (Uganda) y Tai (Costa de Marfil).

La dieta frutal de los chimpancés, unos 4,5 kilos diarios con un contenido medio de etanol del 0,31% al 0,32%, se traduce en 13 a 15 gramos de alcohol al día, o como resume Aleksey Maro, autor principal del estudio: “Casi dos bebidas al día”.

No obstante, a pesar de que el peso del chimpancé sea de 40 kilos, frente a los 70 del ser humano, este consumo no muestra signos de intoxicación.

“Comen y beben al mismo tiempo, pero en baja concentración. Luego se les llena el estómago antes de que puedan llegar al nivel que haría que un humano se emborrachara”, aclara Dudley. Es decir, su estómago hace de guardia de seguridad: “Aquí no entra más alcohol”.

Una costumbre “heredada”... y compartida

La investigación respalda la hipótesis del ‘Mono borracho’, formulada hace más de dos décadas por Dudley. La fermentación de frutas habría expuesto a nuestros antepasados a pequeñas dosis de alcohol durante miles de años, favoreciendo enzimas más eficientes para metabolizarlo.

“El alcohol forma parte de la dieta que hemos heredado y nos atrae porque proporciona una ventaja energética. Es, sencillamente, una respuesta natural”, sentencia Dudley.

De hecho, según este planteamiento, los animales buscan etanol porque su olor actúa como indicador de frutas más azucaradas. Y aquí está la metáfora evolutiva: si hoy alguien no concibe la paella sin una caña, quizás se deba a que un ancestro peludo descubrió que la fruta fermentada sabía un poquito mejor.

El equipo también encontró pistas similares en primates de América Latina, como el mono araña. El primatólogo Fernando Colmenares lo resume así: “La relevancia de la investigación está en que conecta el pasado remoto con un comportamiento que persiste en nuestra especie”.

Cuál es el efecto del alcohol en el cerebro.

Salud y evolución

Aunque los chimpancés no saben que con cada bocado de fruta se convierten en consumidores diarios de alcohol, nosotros sí sabemos que su hábito podría explicar por qué, miles de años después, muchos caen rendidos ante el sabor de una cerveza fría.

“La atracción humana por el alcohol probablemente surgió de esta herencia alimentaria de nuestro antepasado común con los chimpancés”, señala Maro. En definitiva, tal vez, cuando se dice que se “lleva el alcohol en la sangre”, ahora quizá, no sea tan solo una metáfora.