Manuel Sans Segarra, doctor: “Nunca en la vida se puede ser feliz con un ego desmedido”

El experto explica que el ego es un placer temporal que nunca conseguirá hacernos feliz del todo. La verdadera felicidad no depende del exterior

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El doctor informa sobre ego
El doctor informa sobre ego y supraconsciencia (Montaje Canva Infobae9

“Nunca en la vida se puede ser feliz con un ego desmedido”, afirma el doctor Manuel Sans Segarra. En un reciente vídeo de TikTok, el especialista, habló sobre la fuerte contradicción entre ego y felicidad. Con motivo de la publicación de su nuevo libro Ego y Supraconciencia, el doctor divulga sobre las consecuencias negativas del ego que, en ocasiones, puede dar la apariencia de felicidad. No obstante, según el experto, el ego proporciona placer, pero no la auténtica satisfacción que las personas buscan en su vida cotidiana.

Algunas nociones sobre el ego

El ego está fuertemente vinculado al placer, que se entiende como la satisfacción personal que sentimos al conseguir determinados objetivos. El placer proporciona una sensación de satisfacción, en ocasiones asociada a fines materiales. Por ejemplo, cuando he conseguido un trabajo que deseaba, cuando he aprobado un examen difícil, cuando me he comprado un coche nuevo. Esto proporciona a la vez un sentimiento de autolegitimación que nos hace sentir realizados con respecto al mundo.

Libro del Dr. Manuel Sans
Libro del Dr. Manuel Sans Segura sobre los problemas derivados del ego (Fuente: Instagram)

Según el doctor Segarra, el ego se estructura a través del carácter, y el carácter por un conjunto de hábitos, es decir, un comportamiento retroactivo que al final termina creando dinámicas perjudiciales. Pero, si bien es cierto que el ego (entendido como autoestima) puede proporcionar un bienestar, a la larga, se puede convertir en un obstáculo en la vida, dañando las relaciones interpersonales con las personas.

“El ego se mueve siempre, no lo olvidemos nunca, por una dinámica mental, lo que llamamos carácter. Y el carácter se estructura por unos hábitos y, según los hábitos, nosotros pensamos y según pensamos, tenemos unos sentimientos. Es decir, la vida afectiva es consecuencia del pensamiento que tenemos”, aclara el doctor en su perfil de TikTok.

La infancia explica algunos hábitos de la vida adulta

Los hábitos que marcan la personalidad de una persona se producen desde la infancia. Los valores y la educación recibida pueden marcar la vida de una persona, condicionando su futuro. Durante los primeros años de vida y, posteriormente en la adolescencia, se forman las bases emocionales, sociales y cognitivas que acompañan a los individuos a lo largo de su desarrollo. Las relaciones familiares también influyen en el crecimiento de los menores. A medida que el niño crece, la escuela y el entorno social amplían esa formación, reforzando o, en ocasiones, desafiando los valores aprendidos en casa. La disciplina, la responsabilidad, la empatía y la capacidad de resiliencia pueden contrarrestar los hábitos negativos.

Juan Manuel Fernández de la Asociación Conciencia, Gastón Vigo Gasparotti de Akamasoa Argentina y Juan Thomas de Fundación Potenciar Solidario, hablan en el marco de una jornada de desafíos y oportunidades sociales

El placer individualista no es felicidad

Los hábitos negativos, dónde existe una tendencia al ego, nunca proporcionarán la verdadera felicidad. Según el doctor Segarra, la asociación entre placer y felicidad es un error muy grave. El individualismo produce una falsa sensación de dopamina en el cerebro, no obstante, la auténtica felicidad es algo que depende mucho más de la capacidad de las personas de vivir para el exterior desde su propia emocionalidad y empatía interna. Esta perspectiva responde a un pensar-sentir donde los tiempos para el amor, los cuidados, la familia y los amigos se priorizan, frente a placeres terrenales que tienen que ver exclusivamente con el yo.

“El placer es la expresión del ego. El ego nunca nos dará la auténtica felicidad”, declara el experto, destacando así la importancia de cultivar la supraconciencia frente a las lógicas individualistas y materiales de la modernidad.

El ego en la era de la globalización capitalista

La globalización capitalista, a inicios del S.XXI presenta un panorama poco esperanzador. El individualismo, el consumismo, el ego y lo material son puntos centrales en las lógicas sociales. De esto habla el profesor Gustavo Segura Lazcano en uno de sus artículos académicos Egoístas y autómatas en la era del capitalismo global. Según el experto, hay un tipo de capitalismo vorágine que fomenta en hombres y mujeres un individualismo extremo, que los vuelve incapaces de reconocer los lazos esenciales que los conectan con los demás. Para revertir esta tendencia es necesario desprenderse de los falsos valores que el capitalismo impone y que no son más que una forma de autoengaño. En consecuencia, cualquier forma de egoísmo debe ser revisada.