Javier de Haro, psicólogo infantil: “Si puedes, apunta a tu hijo a extraescolares fuera del colegio”

Estas actividades son un espacio para socializar a la vez que se potencian ciertas aficiones o habilidades. La implicación del menor en la elección es fundamental

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Javier de Haro, psicólogo infanto-juvenil,
Javier de Haro, psicólogo infanto-juvenil, responde algunas preguntas sobre las actividades extraescolares (Montaje Infobae con imágenes de Freepik y @psicologo_teayudoaeducar/TikTok)

Con el inicio del nuevo curso escolar, las familias se encuentran ahora inmersas en la estructuración de los horarios, la compra del material y la vuelta a la rutina. Además de las clases, se optan en muchas ocasiones por las actividades extraescolares, ya que permiten a los jóvenes generar nuevas aficiones, mantenerse entretenidos, potenciar ciertas habilidades y crear un círculo de socialización muy importante a esta edad.

Sin embargo, esto implica una gran lista de decisiones que pueden llegar a abrumar a las familias: cuál elegir entre la amplia oferta, cuántos días a la semana es preferible que el niño acuda, en qué lugar deberían realizarse...

El psicólogo infantil Javier de Haro, que a través de sus redes sociales (@psicologo_teayudoaeducar en Instagram) publica contenidos con recomendaciones para los padres, se ha hecho eco de todas estas preocupaciones que trae de nuevo la vuelta al cole. En varios de sus vídeos, el profesional incide en la importancia de la elección de estas actividades extraescolares y, ante la gran cantidad de preguntas que surgen con respecto a este tema, ha realizado una nueva publicación en la que responde ocho cuestiones clave.

La elección de las extraescolares: qué, cuándo y dónde

El primer aspecto importante, según destaca Javier de Haro, es si es obligatorio apuntar a los niños a extraescolares: “Depende de vuestra logística, vuestras circunstancias y si podéis”, señala el psicólogo. En muchas familias, por falta de tiempo o recursos, esto resulta imposible. Así, conviene valorar las necesidades de cada núcleo: “Nunca tiene que ser una fuente de estrés para nadie”.

En este sentido, el profesional explica que estas actividades “ayudan mucho”, pero que siempre debe quedarle tiempo al menor “para jugar, estar contigo, ir al parque o aburrirse en casa, que también es muy sano”. Así, no deben saturar: “dos o tres días está más que bien; en todo caso, más días si te lo pide y menos días si también te lo pide”.

Una niña haciendo actividades extraescolares
Una niña haciendo actividades extraescolares (Freepik)

"Las actividades extraescolares, salvo que ellos lo pidan porque algo les apasiona, no deben suponer una saturación", explica Javier del Haro. Por este motivo, siempre que se pueda, es mejor apuntar al niño a algo que le guste, ya que “son para disfrutar y desconectar”: ”Sí, que aporten, que enseñen, pero sobre todo que sean un espacio para ilusionarse y divertirse, para socializar, para recargar pilas".

Sin embargo, hay casos en los que los menores necesitan apuntarse a alguna actividad extraescolar por necesidad, para reforzar ciertos conocimientos o habilidades. Javier de Haro pone el ejemplo de la natación: “En este caso, lo apuntaremos para que sepa defenderse, le explicaremos el motivo para que lo entienda y le ayudaremos a que ir no sea tan cuesta arriba”.

Así, el profesional incide en la necesidad de que ese apoyo familiar sea constante y que se implique al niño en la decisión o, al menos, que se le explique el motivo por el que es necesario que acuda a cierta actividad: “Si ya es cansado estar todo el día en el cole para un pequeño, imagínate si tiene que salir y seguir con más deberes o actividades que no le gustan”.

Además de la edad recomendaba, que el psicólogo destaca que suele ser a partir de los seis o siete años (antes solo cuando lo quiera o lo necesite), Javier de Haro responde a la pregunta de si es preferible que estas actividades se realicen dentro o fuera del colegio: “Yo te recomendaría, si podéis, fuera del cole, así no tiene todo su círculo dentro del ámbito escolar”.

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¿Y si el niño no quiere ir?

El psicólogo infanto-juvenil también ha incidido en una situación que puede ocurrir en algunas familias: que el hijo no quiera apuntarse a alguna actividad extraescolar. En este caso, ¿lo preferible es obligarle? “No, déjale elegir la que quiere”, subraya Javier de Haro.

“La mejor forma para acertar y que haya un buen compromiso es implicarles a ellos en la decisión. Que prueben, que elijan, que incluso se equivoquen y cambien si es necesario. No pasa nada, de eso también se aprende”. La clave de la elección se encuentra precisamente en que estas actividades deben ser un espacio para “crecer”, pero también para “reír, disfrutar y ser ellos mismos”.