La migraña, mucho más que un fuerte dolor de cabeza: “No hay ninguna enfermedad tan estigmatizada como esta”

El doctor Roberto Belvís, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, denuncia la inequidad a la hora de recibir los tratamientos contra esta enfermedad

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Una mujer con migraña (AdobeStock)
Una mujer con migraña (AdobeStock)

La segunda causa de discapacidad en mujeres (la primera en las jóvenes) es, al mismo tiempo, una de las enfermedades más estigmatizadas y desconocidas. La migraña es mucho más que un dolor de cabeza, pues es una de los trastornos más incapacitantes y que afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo.

Más de 5 millones de personas en España sufren de migraña, de entre las que más de 1,5 millones la padecen de forma crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Pese a su alta prevalencia, es todavía una enfermedad muy incomprendida. “No hay ninguna enfermedad tan estigmatizada como esta”, asegura el doctor Roberto Belvís, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.

En declaraciones a Infobae España, el neurólogo aclara que parte de esa subestimación de la migraña proviene de la sociedad patriarcal, motivo por el que cada vez son más quienes reclaman una perspectiva de género en materia de ciencia. “Estamos en una sociedad machista y la migraña es una enfermedad más femenina. Si esto fuera al revés, seguramente tendría mejor consideración”, narra. Sin embargo, las últimas estadísticas realizadas con datos españoles muestran que existen dos mujeres pacientes de migraña por cada hombre. Anteriormente, se creía que eran cuatro mujeres por cada hombre.

La terapia de la migraña sigue tres grandes líneas: las medidas generales, el tratamiento sintomático y el tratamiento preventivo. El primero de ellos consiste en intentar identificar los factores que pueden cronificarla: el estrés, los trastornos de la menstruación o la alteración del ritmo de sueño o de las comidas.

El tratamiento sintomático es el que está indicado en caso de que comience el ataque de migraña. “Si comienza de forma moderada o aguantable, entonces es un antiinflamatorio. Si comienza de forma grave o inaguantable, se recomienda el triptano”, explica el doctor Belvís. Estos fármacos pueden recetarse en pastillas, sublinguales o como pulverizadores nasales. Estos dos últimos se recomiendan para aquellos pacientes con tendencia al vómito.

El reto de desarmar una mala fama

El tratamiento se vuelve aún más específico si los ataques de migraña superan la cantidad de cuatro episodios al mes, pues se considera que es a partir de entonces cuando las escalas de discapacidad empeoran drásticamente. Uno de cada cuatro españoles pacientes con migraña requieren de tratamiento preventivo, pero menos del 9 % lo siguen, de acuerdo con la SEN.

La mala fama de estos medicamentos se explica por la cantidad de efectos adversos que provocaban. “Eran medicamentos diseñados para otras enfermedades, en las que se descubrió que, además de ser buenos para la epilepsia o la presión arterial, también funcionaban para la migraña”. No obstante, podían producir embotamiento mental, pérdida de peso o cálculos en el riñón.

El primer cambio importante aparece en 2011, cuando un ensayo clínico con bótox se muestra eficaz en la migraña crónica (aquella que genera más de 15 días de dolor al mes). “Este medicamento se pone cada tres meses. Son unos 30 pinchazos alrededor de la cabeza y cervicales y es realmente eficaz y seguro, pero tarda un poco en hacer efecto”, cuenta el neurólogo a este medio.

Sería en 2018 cuando llegaría la gran revolución del tratamiento preventivo de la migraña con la llegada de los fármacos anti-CGRP. “Tres de ellos son subcutáneos, se pinchan una vez al mes; otros, intravenosos y se administran cada tres meses en hospitales”. La última novedad es su formato en pastillas (gepantes).

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“Hay zonas de España donde los medicamentos no llegan”

La existencia de estos medicamentos no implica necesariamente el acceso a ellos. En España “hay una gran inequidad a la hora de recibir estos tratamientos”, puesto que algunas comunidades autónomas son más permisivas que otras. Además, el gobierno español, al igual que otros de Europa, han restringido su uso.

Pese a que los ensayos clínicos han demostrado la eficacia de los fármacos preventivos a partir del cuarto episodio, “en España solo están financiados a partir de ocho días de migraña al mes y solo si los medicamentos orales han fallado”. El doctor Belvís lamenta que la terapia de esta enfermedad responda a una restricción economicista y no a ningún a criterio científico.

“Empieza a ser un dilema ético porque realmente tenemos fármacos más eficaces y más seguros, pero tenemos que dar todavía primero los anteriores y esperar a que fallen o que den efectos secundarios para poder dar los de ahora”, explica el neurólogo. Esto tiene como consecuencia que la cantidad de pacientes que están recibiendo la medicación que necesitan “es ínfima”.

Fuera de las áreas metropolitanas, en hospitales lejos de Madrid, Barcelona o Sevilla, “hay zonas de España donde no hay expertos en cefalea, los medicamentos no llegan y los pacientes lo están pasando muy mal”. Desde la Sociedad Española de Neurología y desde la Asociación Española de Enfermos con Migraña (AEMICE) trabajan por la implantación de un plan estratégico nacional contra la migraña para que “todos los pacientes en cualquier rincón del territorio español sean atendidos igual”.