La pareja detenida por tener como mascota una pantera que se escapaba por los tejados del barrio se defiende: “Era un gran y cariñoso bebé”

Las autoridades han condenado a la pareja por posesión ilegal mientras el destino final del felino se ha registrado en un santuario de Países Bajos

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Una pantera caminando sobre la canaleta de un edificio en Armentieres, en el norte de Francia, el miércoles 18 de septiembre de 2019 (Cuerpo de Bomberos del Norte de Francia y AP)

El tribunal de Lille, en el norte de Francia, ha emitido la suspensión de las sentencias de prisión de una pareja acusada de poseer ilegalmente a Louise, una pantera negra que fue identificada deambulando por los tejados de la localidad de Armentières en septiembre de 2019. El caso tomó notoriedad cuando los vecinos reportaron la presencia del animal, a través de un video reportado al cuerpo de bomberos, donde se pudo ver al animal mientras escaba por una ventana del apartamento de los dueños.

A pesar del gran revuelo que se generó en la zona, la pareja defendió que la pantera “era como un bebé grande y cariñoso que solo quería que lo abrazaran”, aseguraron en declaraciones recogidas por La Voix du Nord y citadas por BBC News. Los servicios de emergencia, guiados por los reportes de la policía y los residentes, acordonaron el edificio por si la pantera saltaba. El operativo consistió en asegurar el perímetro mientras un equipo ingresaba al inmueble, sin usar métodos que pudieran electrocutar al animal, según expuso BBC News.

Unos minutos más tarde, los bomberos confirmaron que Louise se refugió en una de las viviendas cercanas, lo que permitió emplear dardos anestésicos para capturarla de manera segura. Aunque el felino andaba a sus anchas por los tejados cercanos, no se registraron heridos antes de que la pantera, que pesaba entre 25 y 30 kilogramos (55 a 65 libras), fuera trasladada a un centro adecuado.

Meses de prisión, una multa de 17.000 dólares y una prohibición para tener animales

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Una pantera caminando sobre la canaleta de un edificio en Armentieres, en el norte de Francia, el miércoles 18 de septiembre de 2019 (Cuerpo de Bomberos del Norte de Francia y AP)

Tal y como ha recogido el medio británico, el tribunal sentenció al hombre, de 41 años, a 18 meses de prisión de pena suspendida y al pago de una multa de 17.000 dólares. Además, le prohibió tener animales durante los próximos cinco años. Por su parte, la mujer, de la misma edad, recibió una sentencia también suspendida de cuatro meses y una restricción de dos años para tener animales. Y es que, las autoridades comprueban que mantener a Louise “equivale a tráfico de especies”, expuso Graziella Dode, abogada de un grupo de derechos animales que participó en el proceso como parte civil, según detalló Associated Press.

En paralelo, Xavier Bacquet, representante de otra fundación animalista, sostuvo durante el juicio que el delito es “maltrato”, ya que las “necesidades fisiológicas” de una pantera no se pueden suplir en un entorno doméstico. De acuerdo con el testimonio del propietario de la pantera, Louise era muy cariñosa e inofensiva y admitió ante el tribunal que la adquirió por 2.500 euros a una comunidad itinerante.

En contexto con las investigaciones, los fiscales recordaron que el hombre ya había sido condenado por otros delitos, entre ellos robo, violencia, tráfico de drogas y tenencia ilegal de un mono como mascota. Además, durante el tiempo que la pantera permaneció en el barrio, los equipos de rescate constataron, según reveló Kader Laghouati, de la Liga Protectora de Animales de Lille, que el animal había sido domesticado por el propietario y no presentaba comportamiento agresivo: “Tenía las garras cortadas y gozaba de buena salud”, ha asegurado.

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Una pantera caminando sobre la canaleta de un edificio en Armentieres, en el norte de Francia, el miércoles 18 de septiembre de 2019 (Cuerpo de Bomberos del Norte de Francia y AP)

Tras su captura, Louise fue enviada al zoológico de Maubeuge, desde donde fue robada brevemente días después. El felino, rebautizado como Akilla, reside actualmente en el santuario Stichting Leeuw, en Países Bajos. Wendy Karsten, una de sus cuidadoras, informó a la agencia AFP que “se divierte mucho, es juguetón e interactúa bien con la pantera vecina a través de la valla”.