Una intoxicación masiva en un restaurante de un pueblo turístico desata las alarmas por la insalubridad de la comida, pero no fue el menú, sino el agua

Tras detectar parámetros anormales en el suministro de un pozo privado, las autoridades ordenaron suspender su uso

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Vista de Nicotera Marina, al
Vista de Nicotera Marina, al sur de Italia. (Adobe Stock)

El origen de la intoxicación que afectó a decenas de personas en Nicotera Marina, un pueblo de costa en la provincia italiana de Vibo Valentia, no se debió a los alimentos que se sirvieron durante una comida, como se creía en un primer momento, sino al agua utilizada en la cocina. Así lo han determinado los análisis realizados por la Azienda Sanitaria Provinciale Vibo Valentia (ASP), que ha descartado la presencia de patógenos en las muestras de comida y apuntan al agua proveniente de un pozo de la instalación.

El episodio, ocurrido el 23 de agosto, involucró a unos 300 comensales que participaron en un almuerzo en el restaurante del complejo turístico, conforme detalla la prensa local. Tras la comida, aproximadamente treinta personas empezaron a sufrir vómitos y disentería. Cinco de ellas fueron hospitalización por a la gravedad de su estado.

En un primer momento, las autoridades barajaron la posibilidad de que el suceso estuviera relacionado con el botulismo, una intoxicación causada generalmente por la ingesta alimentos contaminados por toxinas botulínicas. Semanas antes, en Calabria, en la zona de Cosentino, un incidente similar con comida contaminada de un camión de alimentos había causado la muerte de dos personas y la hospitalización de otras doce. Pero en este caso, no fueron los alimentos.

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La intervención de los carabinieri del NAS fue inmediata. Procedieron al cierre de la cocina, la destrucción de los alimentos almacenados y la recolección de muestras para su análisis. Entre los productos examinados figuraban algunas salchichas, consideradas como uno de los posibles focos de la intoxicación. Sin embargo, los resultados de los análisis realizados por el personal de la ASP y enviados al Instituto Zooprofiláctico Experimental del Sur dieron negativo en cuanto a la presencia de patógenos en los alimentos.

La ASP informó de que, tras una primera evaluación, solo dos de los sesenta afectados que fueron atendidos por la Guardia Médica la noche del 23 de agosto acudieron inicialmente a la Sala de Urgencias. Al día siguiente, el 24 de agosto, se ordenó la destrucción preventiva de 300 kg de alimentos utilizados en la cena anterior y la suspensión temporal de todas las áreas destinadas a la preparación y administración de alimentos. Ese mismo día, se realizó una desinfección extraordinaria y se autorizó la reapertura de las instalaciones de la cocina.

Un pozo contaminado

Durante la inspección higiénico-sanitaria, se constató que el suministro de agua de la cocina dependía tanto de la red municipal como de un pozo privado, para el cual se solicitaron las certificaciones y documentación pertinentes. El análisis del agua del pozo reveló parámetros anormales, lo que llevó a la ASP a tomar nuevas muestras el 25 de agosto en varios puntos de la estructura, incluidos los dispensadores de agua potable.

El 27 de agosto, la Arpacal comunicó que algunos puntos de muestreo presentaban resultados que no cumplían con los parámetros legales, por lo que el SIAN (Servicio de Higiene Alimentaria y Nutricional) ordenó la prohibición del uso del agua en dos dispensadores de agua potable. Dos días después, el 28 de agosto, la Arpacal de Reggio Calabria informó de más resultados parciales fuera de la normativa, lo que llevó al SIAN a extender la prohibición a todos los dispensadores de agua potable de la estructura hasta que se resolvieran las deficiencias detectadas.