“Son unos ladrones, pero al menos son valientes”: este chocolatero se queda sin toda su cosecha de avellanas por un robo

El hombre se sorprende de que la banda pudiera recoger los frutos de 650 avellanos tan rápido: “Todos los árboles ya están hechos. Está limpio y ordenado”

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(Fir0002/Wikipedia)
(Fir0002/Wikipedia)

El chocolatero artesanal Eric Lamy, propietario de la fábrica de chocolate Lamy en Brive (Francia), sufrió un robo sorprendente: una banda se llevó la totalidad de su primera cosecha de avellanas tras vaciar más de 600 árboles en su plantación, según informa France Info. Lamy dice estar sorprendido por la rapidez con la que actuaron los ladrones. Las avellanas, pertenecientes a la variedad Tonda, son preciadas en el mundo de la confitería y la chocolatería. El dueño ya ha presentado una denuncia.

Una primera cosecha perdida

Lo que debía ser el inicio de una nueva etapa para Lamy terminó en una sorpresa desagradable. En una parcela cercana a Brive, el maestro chocolatero había plantado unos 650 avellanos de la variedad Tonda, conocidos por su calidad en confitería. Las plantas tenían apenas cuatro años y empezaban a dar frutos. Cada árbol albergaba entre 200 y 300 gramos de avellanas, lo que equivalía a una primera producción estimada entre 150 y 200 kilos.

El robo se produjo en pleno mes de agosto, justo cuando los frutos empiezan a caer y empieza la recolección. Al llegar a su terreno, el chocolatero descubrió ramas rotas y árboles completamente despojados de frutos. “Nos lo han quitado todo, era nuestra primera pequeña cosecha y no tendremos nada”, declaró a France Info.

Un saqueo meticuloso

Más allá de la pérdida económica, lo que más sorprendió a Lamy fue la organización de quienes cometieron el robo. Según relató, los autores actuaron con rapidez: “Todos los árboles ya están hechos. Está limpio y ordenado”. El chocolatero sospecha que se trató de una operación planificada.

La imagen que encontró en su plantación le dejó entre la impotencia y la incredulidad. “Hay que ser valiente para encargarse de 650 árboles”, ironizó. El resultado, sin embargo, no fue inocuo: muchas ramas resultaron dañadas y ahora el propietario tendrá que podarlas para evitar que los árboles sufran a largo plazo.

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El valor de la avellana

El robo de este tipo de frutos secos no es frecuente en Francia, aunque la avellana es un producto muy demandado en la industria alimentaria y repostera.

La variedad Tonda, plantada por Lamy, es especialmente apreciada en chocolatería y confitería por su sabor equilibrado y su tamaño uniforme. Este factor, unido a la maduración de los frutos en agosto, convierte a las plantaciones en un objetivo fácil si no cuentan con medidas de seguridad reforzadas.

Una reacción entre el humor y la impotencia

Lamy prefirió encarar la situación con filosofía. Con una mezcla de resignación y humor, comentó a France Info: “Somos los precursores del robo de avellanas”. Para él, el hecho de que la banda actuara de manera tan sistemática refuerza la idea de que no se trató de ladrones improvisados, sino de un grupo perfectamente organizado.

El chocolatero presentó una denuncia ante la gendarmería local con la esperanza de que el caso no quede impune. Aun así, admite que será difícil evitar futuros incidentes. Mientras tanto, tendrá que esperar a que los árboles se recuperen para poder aspirar a una nueva cosecha en los próximos años.