Un camarero denuncia que ha sido despedido tras negarse a entregar parte de las propinas a sus jefes

El trabajador ha compartido la historia en “X” y en los comentarios se ha desatado una polémica por lo sucedido

Guardar
Dejar o no dejar propina,
Dejar o no dejar propina, uno de los debates más cuestionados en España. (Fuente: Composición propia)

En España, cuando llega la cuenta en un restaurante, también llega un dilema habitual. ¿Dejamos propina? ¿Cuánto es lo correcto? ¿A quién se la estamos dando realmente? Aunque la propina no es obligatoria, sigue siendo una práctica común para premiar un buen servicio. Pero lo que muchos clientes no saben es qué ocurre con ese dinero una vez que lo dejamos sobre la mesa.

Nunca sabemos realmente si va directamente al camarero, si se reparte entre el equipo o si puede terminar en manos de sus jefes. Una duda que se ha avivado aún más si cabe tras la denuncia de este camarero que asegura haber sido despedido por negarse a entregar parte de las propinas a sus jefes.

Una historia que ha sido compartida por la cuenta de ‘X’ @soycamarero, y que ha desatado una oleada de indignación entre profesionales del sector y clientes. Lo que parecía ser un gesto de gratitud, está convirtiéndose, en algunos casos, en una práctica opaca y, según muchos, injusta.

“Las propinas son de los trabajadores”

Un camarero ha denunciado públicamente haber sido despedido después de negarse a entregar parte de las propinas que recibía a la dirección del restaurante en el que trabajaba. Este caso ha generado una fuerte reacción, ya que muchos lo consideran como un caso de despido improcedente.

Según muestran las capturas compartidas por el trabajador, su jefe justificaba que ese dinero servía para “compensar errores de los camareros” y “arreglar descuadres de caja”, una práctica que el trabajador consideraba abusiva. “Las propinas son de los trabajadores, no de los jefes”, escribió en un mensaje de despedida enviado a sus compañeros, donde explicaba los motivos de su salida.

El trabajador, cuyo despido no estuvo motivado por causas claras, sostiene que nunca expresó verbalmente su malestar ante los jefes. “Simplemente alegaron que escucharon que no estaba contento. En ningún momento les dije nada”, declaró. Cree que su negativa a ceder las propinas fue la verdadera razón detrás de su despido.

La dirección, tras leer su mensaje en el grupo de trabajo, respondió molesta, acusándole de crear “conflictos entre compañeros innecesarios” y justificando su proceder por la “infinidad de errores de caja” que se habían producido esa semana.

La polémica está servida

El debate no tardó en empezar en redes tras esta historia. Muchos profesionales de la hostelería compartieron situaciones similares, denunciando que en numerosos locales los dueños se apropian de las propinas o las reparten de forma desigual, sin transparencia. “Esto pasa más de lo que la gente cree”, señalaban varios usuarios.

El influencer gastronómico más temido por los restaurantes porteños: “No acepto canjes, cuento experiencias genuinas”

También hubo quienes apuntaron que las propinas, al no estar reguladas, forman parte de la economía sumergida. Una práctica que facilita abusos y la falta de claridad sobre su destino final.

Lo cierto es que con la gradual desaparición del dinero en efectivo, las propinas también están siguiendo su camino. A este paso, España será como algunos países nórdicos, como Dinamarca, donde no hay cultura de propinas. Aunque la razón es que allí los salarios son más altos. No es que sean rácanos.