El truco de dejar un vaso y una hoja de papel en el fregadero cuando te vas de vacaciones: una cocina libre de malos olores

Esto sucede porque la cocina acostumbra a ser uno de los ambientes donde se acumulan más residuos y humedad

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El truco de dejar un vaso y una hoja de papel en el fregadero (Pexels)

Al emprender el viaje y dejar la casa en silencio, cada detalle importa: cerrar puertas con esmero, dejar una luz encendida para engañar a la noche, confiar las llaves a un vecino atento. Así, el regreso encuentra todo como fue, ajeno a accidentes y sobresaltos inesperados.

Pero otra de las preparaciones que debes añadir a esa rutina es un simple detalle que puede evitar problemas inesperados al regresar: colocar un vaso y una hoja de papel en el fregadero. Esta práctica ayuda a mantener la cocina libre de olores desagradables durante ausencias prolongadas.

Y es que, el volver de vacaciones, abrir la puerta y sentir un fuerte olor a desagüe puede enturbiar el regreso. Esto sucede porque la cocina acostumbra a ser uno de los ambientes donde se acumulan más residuos y humedad. Así, incluso después de una limpieza exhaustiva, el calor y la falta de ventilación favorecen la aparición de olores derivados de restos de comida o cañerías poco utilizadas.

La clave reside en el agua del sifón

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El truco de dejar un vaso y una hoja de papel en el fregadero (Pexels)

Tal y como explican los expertos, el origen de este olor se relaciona con el funcionamiento de los sifones, esos elementos curvos instalados bajo fregaderos y otros desagües. Su función resulta esencial: retener una pequeña cantidad de agua que actúa como barrera para evitar el paso de los gases procedentes del sistema de alcantarillado. El sifón se considera uno de los avances más relevantes en la fontanería y no solo bloquea los olores, sino que detiene residuos sólidos que generan obstrucciones. No obstante, su eficacia depende de la presencia constante de agua en el conducto.

De esta manera, durante las ausencias prolongadas, especialmente en verano, la combinación de altas temperaturas y cierre de ventanas favorece la evaporación del agua del sifón. Cuando eso sucede, la barrera líquida desaparece y el olor del alcantarillado se filtra hacia el interior del hogar. Los especialistas detallan que esta situación es más común de lo que parece y se puede anticipar mediante hábitos sencillos.

Así, antes de cerrar la casa, se recomienda llenar con agua todos los desagües, tanto de la cocina como de baños y lavanderías. Para reforzar la protección en el fregadero, el consejo es cubrir completamente el desagüe con una hoja de papel absorbente y colocar un vaso o plato invertido encima. Este método limita el contacto del agua con el aire, reduce la evaporación y mantiene la protección por más tiempo.

Esta estrategia, lejos de suponer una solución costosa o sofisticada, se puede aplicar con objetos que existen en cualquier vivienda. No obstante, en el caso del inodoro, los especialistas aconsejan no vaciar la taza ni el depósito, ya que el agua visible también actúa como sello frente a los olores. Este mismo enfoque preventivo se puede aplicar en duchas, lavadoras y cualquier punto de evacuación poco utilizado durante la ausencia.

Para limpiar mejor, debes saber estos trucos

Adicionalmente, la revisión de posibles fugas u obstrucciones en los sistemas de desagüe contribuye a prevenir incidentes. Mantener estos pasos como zona habitual de mantenimiento ayuda a preservar el estado de los muebles y la calidad del aire en la vivienda, tanto antes como después de las vacaciones.