Vivir cerca del mar puede prolongar tu vida, según un estudio: el clima moderado reduce las enfermedades cardiovasculares y respiratorias

Un grupo de investigadores ha analizado cómo el litoral influye en la salud de quienes lo habitan

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Alcossebre. (AdobeStock)
Alcossebre. (AdobeStock)

Un estudio reciente liderado por la Universidad Estatal de Ohio ha determinado que las personas que viven en zonas costeras presentan una mayor esperanza de vida en comparación con quienes residen en el interior del país. Según el análisis, los habitantes del litoral viven, de media, un año más que aquellos que no están cerca del mar.

El trabajo estudió más de 66.000 distritos censales en Estados Unidos y utilizó modelos estadísticos avanzados para ajustar variables socioeconómicas, demográficas y ambientales. Los investigadores concluyeron que los factores asociados con el entorno costero tienen un impacto significativo en la longevidad.

El estudio identifica varias condiciones ambientales que contribuyen a este incremento en la esperanza de vida. Entre ellas, el clima moderado de las zonas costeras reduce la exposición a temperaturas extremas y olas de calor, lo que disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Además, la proximidad al mar asegura una mayor calidad del aire y menor exposición a la contaminación. La influencia marina ayuda a equilibrar la humedad y protege frente a condiciones ambientales adversas como la sequía. Estos factores combinados hacen que quienes viven cerca del litoral estén expuestos a un entorno más saludable.

La ciudad con mejor calidad de vida del mundo está en Europa: montañas, igualdad de ingresos y lugares culturales.

Datos de la OMS sobre la esperanza de vida global

Estos hallazgos coinciden con los datos que ha publicado la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la evolución de la esperanza de vida en los últimos años. Entre 2019 y 2021, la esperanza de vida mundial se redujo en 1,8 años, alcanzando los 71,4 años. La esperanza de vida en buena salud también disminuyó en 1,5 años, situándose en 61,9 años en 2021.

La OMS señala que estos retrocesos se debieron principalmente a la pandemia de Covid-19, que detuvo la tendencia creciente de la esperanza de vida y la esperanza de vida sana al nacer. Durante ese período, el coronavirus se convirtió en la tercera causa de mortalidad a nivel mundial en 2020 y la segunda en 2021.

Comparativa entre entornos costeros y del interior

El estudio de la Universidad Estatal de Ohio muestra que vivir cerca del mar puede compensar parcialmente algunos factores de riesgo relacionados con el entorno. Mientras que la pandemia afectó de manera global a la esperanza de vida, las condiciones de vida en zonas costeras, como el clima moderado y la calidad del aire, se asocian con resultados más positivos en salud y longevidad.

Los investigadores subrayan que los habitantes del litoral se benefician de un ambiente más estable y de menor exposición a extremos climáticos y contaminantes, elementos que, según sus modelos, influyen directamente en la reducción de enfermedades crónicas y en un aumento general de la esperanza de vida.

Influencia de la densidad poblacional y los servicios

El estudio también analiza cómo la densidad poblacional y la disponibilidad de servicios afectan la longevidad. Las zonas costeras suelen contar con una menor densidad de población en comparación con los centros urbanos del interior, lo que reduce el estrés y la exposición a contaminantes. Además, muchas de estas áreas ofrecen un acceso más fácil a espacios verdes, instalaciones deportivas y servicios sanitarios, factores que contribuyen a mantener hábitos de vida saludables y, en consecuencia, a prolongar la esperanza de vida.

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