Una psicóloga explica qué es la poda sináptica y su efecto a nivel mental: “Solo así puede hacer espacio para crecer y fortalecerse”

Todos hemos escuchado la expresión de que “los niños son como esponjas”, pero seguro que no conoces el verdadero motivo científico que se esconde detrás

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Una psicóloga explica qué es
Una psicóloga explica qué es la poda sináptica y su efecto a nivel mental (Pexels)

Todos hemos escuchado la expresión de que “los niños son como esponjas”, pero seguro que no conoces el verdadero motivo científico que se esconde detrás. Este dicho hace referencia, concretamente, a la capacidad de los niños para absorber información nueva con rapidez y facilidad. Esta habilidad está relacionada con la gran cantidad de conexiones sinápticas que tienen en los primeros años de vida.

De esta manera, el cerebro infantil está preparado para captar y procesar muchos estímulos distintos, lo que le permite aprender idiomas, movimientos o conocimientos de forma natural. En este sentido, Loren, una psicóloga conocida por su cuenta de TikTok llamada Neurociencia con Loren (@neuroloren), ha explicado en su último video qué es la poda sináptica y su efecto a nivel mental. Este proceso, que se implica en todos los niños cuando crecen, acaba por fortalecer el cerebro y la fuerza mental.

Este proceso biológico es “igual que una planta”

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Una psicóloga explica qué es la poda sináptica y su efecto a nivel mental (@neuroloren)

Loren ha comenzado su explicación utilizando una imagen sencilla y cotidiana: “¿Sabías que si no cortas una rosa marchita, la planta deja de florecer? Pues tu mente funciona igual”. A partir de esta metáfora, introduce el concepto central de la neurociencia llamado poda sináptica. “Tu cerebro, sobre todo en la infancia y adolescencia, crea un montón de conexiones, pero con el tiempo va podando las que no se usan”, especifica la psicóloga.

Durante estas etapas, el cerebro crea miles de conexiones entre neuronas que permiten captar estímulos, modificar conductas y adquirir muchos aprendizajes. Sin embargo, esa abundancia no se mantiene constante. Loren resalta el motivo de este cambio: “¿Por qué? Porque solo así puede hacer espacio para crecer y fortalecerse”. Loren asemeja este proceso con la jardinería. “Igual que una planta, si no cortas lo que ya no sirve como viejos pensamientos, relaciones tóxicas, hábitos inútiles, estás gastando energía en lo que no te deja avanzar”, ha aclarado.

La poda sináptica se presenta como un reflejo interno que incide en las capacidades mentales y emocionales. Así, limpiar la mente significa dejar espacio para nuevas ideas, proyectos y aprendizajes. En caso negativo, “no hay espacio para nada nuevo. Tu cerebro ya sabe lo que sobra”, afirma la especialista, sugiriendo que el propio organismo está programado para renovarse y optimizar su funcionamiento.

“A partir de los 3 años empieza poco a poco a producirse la poda neuronal”

Marc Gauthier, de 62 años, ha vuelto a caminar tras un diagnóstico de Parkinson hace ya tres décadas.

Según el INA Memory Center, “cuando uno es pequeño, nuestras conexiones neuronales pueden alcanzar hasta 40.000 nuevas sinapsis por segundo, casi el doble que en la edad adulta”. Esta enorme proliferación de conexiones permite que los niños tengan una extraordinaria capacidad para absorber información y aprender nuevas habilidades, desde caminar hasta hablar. En esta etapa inicial, “hasta los 2 años, el niño tiene muchas más neuronas de las que va a necesitar”, lo que hace precisamente que el cerebro esté preparado para captar múltiples estímulos y enfrentarse a diversas experiencias de aprendizaje.

Sin embargo, esta abundancia de conexiones no se mantiene de forma indefinida. El INA Memory Center explica que “a partir de los 3 años empieza poco a poco a producirse la poda neuronal”. Este proceso marca el inicio de una etapa en la que el cerebro “desecha” las conexiones poco utilizadas y refuerza las que resultan fundamentales para el día a día. Este ajuste no ocurre de una vez, sino que “dura hasta aproximadamente la adolescencia, los 12-13 años, en la que se llega al punto álgido”. La poda sináptica continúa en la adolescencia hasta los 20 años aproximadamente.

Otra característica clave de la adolescencia es el incremento de la producción de mielina respecto a la infancia, lo que “facilita el aumento en la velocidad del flujo de la información a través de las conexiones sinápticas”. Esta sustancia envuelve las fibras nerviosas y permite que los mensajes se transmitan de manera más ágil y eficiente, apoyando la maduración y especialización cerebral. En palabras del INA Memory Center, “en realidad se trata de supervivencia pura y dura. Aquello que no se utiliza se desecha y, en cambio, se refuerza aquellas conexiones que sí, para poder vivir el día a día”. Este reajuste “determinará el cableado y las zonas de cada uno de nosotros”.