Agentes de la Guardia Civil de Sevilla salvan la vida a un joven agredido realizándole una RCP: escucharon los gritos desde el cuartel al empezar su turno

Este domingo mientras varios agentes de la Guardia Civil del Acuartelamiento de la localidad sevillana de Cantillana comenzaban su turno, escucharon gritos y voces que procedían del exterior. Rápidamente salieron alertados y se encontraron con una pelea entre dos hombres en plena calle.

La actuación llevó a la detención de uno de ellos, como presunto autor de un delito de lesiones, pero lo preocupante fue el otro de los participantes, un joven de de 28 años, vecino de la localidad, que presentaba una herida abierta en la cabeza con abundante pérdida de sangre, desvaneciéndose en presencia de los agentes.

De esta manera los agentes no perdieron un minuto y procedieron a su auxilio, realizando maniobras de primeros auxilios de control de hemorragias y de reanimación RCP durante aproximadamente diez minutos, resultando de las mismas la recuperación de las constantes vitales de la víctima, trasladándolo urgentemente hasta el Centro de Salud de la localidad.

“La rápida actuación de los agentes del Puesto de Cantillana propiciaron que esta persona no perdiese la vida, siendo posteriormente estabilizado por servicios médicos”, explican desde la Oficina de Comunicación de la Guardia Civil de Sevilla.

Sobre el detenido, indican que ha sido puesto a disposición de la Autoridad judicial competente como presunto autor de un delito de lesiones graves junto con las diligencias.

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica de primeros auxilios que mantiene la circulación de la sangre y el oxígeno en el cuerpo hasta que llegue ayuda profesional.

Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias, iniciar la RCP en los primeros minutos tras el colapso puede duplicar o incluso triplicar las posibilidades de supervivencia. Los pasos básicos son sencillos, pero es crucial conocerlos.

Primero, hay que comprobar la seguridad del entorno y verificar si la persona responde. Si no hay reacción y no respira normalmente, se debe llamar al 112 o pedir a alguien que lo haga. A continuación, colocar a la persona boca arriba sobre una superficie firme.

Para realizar las compresiones, hay que colocar el talón de una mano en el centro del pecho, entrelazando los dedos de la otra mano encima. Con los brazos rectos, se presiona fuerte y rápido, hundiendo el pecho unos 5 centímetros a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto, equivalente al pulso de canciones conocidas como “Stayin’ Alive”.

Tras cada 30 compresiones hay que realizar dos insuflaciones: para ello se inclina la cabeza de la víctima hacia atrás, se le levanta el mentón, se tapa la nariz y se insufla aire hasta que el pecho se eleva. Tras terminarlas, hay que retomar las compresiones. Las insuflaciones solo se deben realizar si se tiene conocimiento de como realizarlas, sino se puede continuar solo con las compresiones hasta que lleguen los servicios de emergencia o la persona recupere signos de vida.

“La Guardia Civil continúa desarrollando cursos de Soporte Vital Básico, Control de Hemorragias y Desfibrilador, impartida en la Comandancia de Sevilla con la colaboración del 061 y del Centro de Prevención de Riesgos Laborales de la Junta de Andalucía. Durante esta capacitación, el personal recibe instrucción teórica y práctica para actuar con eficacia ante situaciones de emergencia, tanto en adultos como en niños y lactantes”, relatan desde el cuerpo.

Añaden que “gracias a esta preparación, se refuerza la capacidad de respuesta ante incidentes críticos, garantizando asistencia eficaz y eficiente para la ciudadanía. Fruto de la instrucción y formación recibida, los guardias civiles aplicaron dichos conocimientos con resultado de la recuperación y mantenimiento con vida de esta persona”.