Estos son los idiomas más difíciles del mundo, según una escuela de idiomas

Aprender estas lenguas podría costarte varios años

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Imagen de recurso que muestra
Imagen de recurso que muestra diferentes diccionarios. (Mente Didáctica)

Aprender un idioma no es precisamente una tarea fácil. Pese a que algunas personas tengan una mayor predisposición para ello, lo habitual es dedicarle varios meses o, incluso, años. Eso sí, su dificultad hacer que sea una tarea reconfortante.

Estudiar otra lengua conlleva muchos efectos positivos. Según diferentes estudios, entre ellos el de la Universidad de Lund, aseguran que aprender un nuevo idioma durante varios meses hace que desarrolles determinadas partes del cerebro. Otro de los efectos positivos es que favorece a la concentración y aumenta tu capacidad para focalizarte en las cosas.

Según la información de la escuela de idiomas ALOS Idiomas, estos son los más difíciles:

Ruso

En el quinto puesto se encuentra el ruso, que emplea un alfabeto cirílico. Este distribuye 33 letras con sonidos propios, alejados de las equivalencias latinas. Su gramática presenta seis casos, es decir, las palabras se modifican según su función en la oración, lo que multiplica la complejidad respecto al español.

Las conjugaciones verbales también exigen distinguir entre acciones acabadas o en desarrollo, y la fonética pone a prueba la vocalización con sonidos y grupos consonánticos que no existen en español.

Coreano

Aunque el alfabeto coreano, hangul, es eficiente y regular, la dificultad surge en la gramática y en la pronunciación. Este utiliza el orden sujeto, objeto, verbo e introduce distintos niveles de formalidad, reflejando jerarquía y relaciones sociales.

La fonética coreana consiste en sonidos, tanto vocálicos como consonánticos, que no se encuentran en español. Además, las diferencias culturales se reflejan en la manera de expresar cortesía e indirectas, lo que requiere una adaptación en la forma de comunicarse.

Japonés

El japonés se sitúa en el tercer puesto debido a que requiere dominar tres sistemas de escritura: hiragana, katakana y kanji. Los dos primeros son silábicos, pero el kanji implica manejar más de dos mil caracteres procedentes del chino, con significados y lecturas múltiples. La gramática japonesa altera la estructura habitual del español: adopta el orden sujeto, objeto y verbo.

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Árabe

Sin duda es uno de los más difíciles por múltiples factores. Uno de ellos es que, al contrario de lo que suele ser habitual, se escribe de derecha a izquierda y muchas letras cambian de forma dependiendo de la posición que ocupan dentro de la palabra.

A nivel fonético, el árabe utiliza sonidos guturales que no tienen equivalencia en español, lo que dificulta la pronunciación correcta. Su gramática no resulta menos compleja: el verbo suele preceder al sujeto, las raíces consonánticas generan múltiples variaciones léxicas y existen grandes diferencias entre el árabe estándar y los dialectos regionales

Chino mandarín

En primer lugar está el chino mandarín, que es sin duda el más complicado. Su sistema de escritura logográfica exige memorizar miles de caracteres, muy diferentes a la mayoría de alfabetos.

En vez de letras, cada carácter representa sílabas, palabras o conceptos, lo que requiere un ejercicio constante de memorización. Además, el chino mandarín se compone de cuatro tonos principales; cada uno puede alterar por completo el significado de una palabra.