Los niños y niñas más inteligentes cuentan con estas 5 cualidades, según los psicólogos

El rendimiento académico no siempre es el indicador de que un niño es más inteligente; existen otras facetas inter e intrapersonales que lo determinan

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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A menudo, los padres tienden a asociar la inteligencia de sus hijos con factores medibles y tradicionales, como las calificaciones escolares o los logros en actividades extracurriculares. Sin embargo, según Mitzi Bockmann, coach de vida y colaboradora de Your Tango, la inteligencia es mucho más que simplemente cumplir con ciertos estándares académicos. La verdadera inteligencia, de hecho, se caracteriza por una mezcla dinámica de habilidades interpersonales e intrapersonales que evolucionan con el tiempo. Así, aunque las calificaciones pueden ofrecer algunos indicios, no son el único reflejo de la capacidad cognitiva de un niño.

De acuerdo con expertos en desarrollo infantil, existen ciertos rasgos de personalidad y comportamientos que pueden ser mucho más indicativos de la inteligencia de un niño que las pruebas académicas tradicionales. Estos atributos destacan no solo en el ámbito académico, sino también en la manera en que el niño interactúa con el mundo que lo rodea.

Autoconciencia

Este rasgo se refiere a la capacidad de un niño para entender quién es, cuáles son sus fortalezas y debilidades, y qué es lo que realmente le importa. “Las personas conscientes de sí mismas saben lo que quieren y cómo obtenerlo. Conocen sus capacidades y limitaciones, lo que les permite tomar decisiones alineadas con sus intereses”, explica la coach. La autoconciencia no solo es crucial en la vida adulta, sino que puede ser un indicador temprano de una inteligencia emocional madura que se desarrolla a lo largo de los años.

Ambición

Según la Dra. Bockmann, los niños ambiciosos demuestran un enfoque orientado al logro, independientemente de estar pensando en el éxito que supone, se centran en conseguirlo de cualquier forma. La ambición, cuando se combina con una mentalidad de crecimiento, es un factor clave para el éxito. “Un niño ambicioso refleja la curiosidad y el deseo de aprender constantemente”, dice la coach. La ambición también es una forma de inteligencia que se desarrolla a medida que el niño se enfrenta a los desafíos de la vida.

NIño (Imagen Ilustrativa Infobae)
NIño (Imagen Ilustrativa Infobae)

Perseverancia

Existen estudios que confirman que la tenacidad por querer conseguir algo puede ser incluso más determinante que la inteligencia académica. La mentalidad de crecimiento juega un papel fundamental aquí: cuando un niño cree que sus habilidades pueden desarrollarse mediante el esfuerzo, está más dispuesto a superar obstáculos. “Un niño que muestra perseverancia no solo enfrenta dificultades, sino que también las supera con esfuerzo y dedicación”, afirma la experta.

Compasión

Un signo de madurez emocional y cognitiva, eso es lo que significa tener una fuerte compasión y empatía hacia los demás. La compasión está directamente vinculada a una alta inteligencia emocional, ya que requiere habilidades de escucha activa y comprensión profunda de los demás. Es por esto por lo que si un niño tiene un alto nivel de compasión, mantendrá mejores habilidades sociales con respecto a los demás.

Creatividad

“Los niños creativos son aquellos que no solo siguen las reglas, sino que también tienen la capacidad de pensar fuera de lo común, ver el mundo desde diferentes perspectivas y encontrar nuevas soluciones”, afirma Bockmann. La creatividad, en su esencia, es una forma de adaptarse y reinventarse en situaciones cambiantes. No solo se trata de arte o invención, sino también de cómo un niño resuelve problemas y se enfrenta a retos. La creatividad, por lo tanto, refleja una forma de inteligencia que valora la flexibilidad mental y la capacidad de innovar.