Estas son las frases que revelan una infancia de abandono, según la psicología

Las palabras son un reflejo del testimonio y forman parte de la historia emocional de las personas. Según una psicóloga, las heridas también perviven en el lenguaje

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Según la psicología en el
Según la psicología en el lenguaje pervive nuestro testimonio de infancia (Imagen Ilustrativa Infobae)

El lenguaje es uno de los elementos socioculturales más importantes en la vida de las personas. No solo nos permiten comunicarnos y socializar, sino que constituyen un reflejo sincero de nuestras características antropológicas. Las palabras engloban a enormes comunidades donde cultura y sociabilidad se juntan, formando parte de eclécticos estilos de vida. En este sentido, las palabras son reflejo de la forma en la que habitamos el mundo. Asimismo, según la psicología, representan un microcosmos de la introspección de cada persona. La interdependencia de lenguaje y pensamiento propicia que aquello que se experimenta, como parte del testimonio, alcance a las palabras.

Infancia y lenguaje

De esto informa el medio digital Studenti. Basándose en los estudios de la doctora en psicología e investigadora Ana María Sepe, explican cómo el lenguaje está salpicado del testimonio de las personas. Esto engloba a un conjunto de experiencias felices, pero también heridas emocionales que pueden perdurar en las palabras e incluso condicionar la forma en la que nos comunicamos.

Según la psicóloga y psicoanalista Ana María Sepe, algunas frases que repetimos casi sin pensar podrían ser reflejos de antiguas heridas emocionales. Son expresiones que se originaron como mecanismos de defensa, nacidos en momentos de carencia afectiva durante la niñez.

Joven pide ayuda para reconciliarse
Joven pide ayuda para reconciliarse con su biografía y heridas emocionales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando se crece en un ambiente emocionalmente distante o inestable, es común desarrollar formas de comunicación que sirvan como barrera protectora. Muchas veces, aprendemos a hablar con cautela para no incomodar, para no ser una carga, o simplemente para evitar conflictos. Estas fórmulas verbales se graban tan profundamente que, ya en la edad adulta, las seguimos utilizando sin siquiera notarlo.

Algunas nociones sobre el psicoanálisis

Los estudios de la doctora Sepe se basan en el psicoanálisis. Esta teoría sobre la mente humana, interpreta el lenguaje como una estructura de pensamiento que expresa nuestro subconsciente. El subconsciente engloba a todo el bagaje social y emocional que, a través del lenguaje y los sentimientos, se expresa. Deseos, sueños, miedos, creencias, es decir, el testimonio íntimo de los individuos donde también se encuentran las heridas del pasado.

Según la experta, la infancia se constituye como uno de los momentos determinantes que quedan anclados en el subconsciente. Se trata de frases automáticas que denotan una gran recepción de la culpa o unos niveles de autoexigencia considerables. “Sé que estoy exagerando” o “es mi culpa, debería haberlo sabido”.

Explica la doctora Sepe: “cambiar tu lenguaje también significa sanar una parte de ti mismo. No convertirte en otra persona, sino redescubrir quién siempre has sido, antes de aprender a empequeñecerte para ser aceptado.

Las palabras de la doctora no implican una renuncia a quienes somos o hemos sido a través del lenguaje, sino un análisis profundo de como esto nos afecta en el día a día. Ser conscientes de nuestras heridas emocionales, y como se explicitan en la socialización, es una forma de curar y sanar los traumas del pasado. Si bien es cierto que esto nunca es fácil, la doctora, propone una autodivagación responsable para con nosotros mismos donde, en la medida de lo posible, podamos renunciar a la culpa o a los niveles de autoexigencia excesiva que en el fondo nos hacen mal.

Sigmund Freud, padre del psicoanálisis
Sigmund Freud, padre del psicoanálisis (Fuente: composición Infobae)

En consecuencia, mediante el proceso psicoanalítico, desde Lacan y Freud hasta Ana María Sepe, las personas tiene la oportunidad de resignificar su vínculo con el lenguaje y, en consecuencia, con su modo de experimentar la realidad. Al ser consciente de los contenidos inconscientes que se expresan a través de las palabras, según estos expertos, podemos empezar a transformar patrones arraigados en la conducta emocional.