Atraco de película en Guadalajara: dos encapuchados armados entran en un bingo y se llevan 50.000 euros

Un casino-bingo ubicado en la calle Alonso Núñez Reinoso de Guadalajara capital ha sido escenario este domingo de un violento atraco perpetrado por dos individuos armados y con el rostro cubierto, quienes han logrado huir con un botín de 50.000 euros. Afortunadamente, no se han registrado heridos.

Según han informado a EFE fuentes del Servicio de Urgencias y Emergencias 112 de Castilla-La Mancha, el aviso del suceso se recibió a las 12:01 horas, momento en que los asaltantes irrumpieron en el establecimiento, que se encontraba abierto al público.

De inmediato, al lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional y la Policía Local, quienes han iniciado las investigaciones para identificar y localizar a los responsables del robo.

El caso de Guadalajara no es un hecho aislado. En los últimos años, se han producido varios atracos con características similares en diferentes puntos del país, lo que refuerza la preocupación de las autoridades y del sector del juego ante la aparente facilidad con la que estos establecimientos son objeto de robos. Muchos de estos asaltos comparten un patrón común: encapuchados, armas blancas o de fuego, y un acceso rápido al efectivo, con escasa o nula resistencia.

A comienzos de este mismo año, dos encapuchados armados con cuchillos irrumpieron en un salón de juegos de Lleida, en la avenida Prat de la Riba, llevándose 6.500 euros tras amenazar a empleadas y clientes. Aunque no hubo heridos, el impacto psicológico fue notable, y los Mossos d’Esquadra continúan investigando. Días después, un suceso similar tuvo lugar en el Bingo Roma de Zaragoza, donde varios individuos encapuchados accedieron al local durante la madrugada armados con machetes. En este caso, lograron sustraer unos 10.000 euros, también sin causar víctimas.

Los atracos múltiples y coordinados también se han dado. En julio de 2021, dos bingos situados en Nou Barris (Barcelona) y Ripollet (Barcelona) fueron atacados con menos de una hora de diferencia. Los asaltantes utilizaron un cuchillo y una pistola simulada para intimidar al personal, y lograron hacerse con 13.000 euros entre ambos robos. La policía logró detener a parte de los responsables y recuperar parte del botín.

No todos los casos se han saldado sin consecuencias trágicas. En septiembre de 2022, en Tortosa (Tarragona), tres encapuchados armados irrumpieron en un bingo y abrieron fuego. El resultado fue fatal: una trabajadora murió tras recibir un disparo en la cabeza y un cliente resultó gravemente herido. A pesar de no conseguir su objetivo —abrir la caja fuerte—, el suceso causó una gran conmoción en la ciudad. La policía detuvo posteriormente a cinco personas por su implicación.

Otros episodios, aunque de menor magnitud, confirman la tendencia. En Reus, en 2019, dos hombres armados con un cúter y un punzón robaron apenas 300 euros, sin dejar heridos. Y más recientemente, en abril de este año, un salón de juegos en La Palma fue objeto de un violento asalto con arma blanca, registrado por las cámaras de seguridad.

Todos estos casos, aunque con distintas consecuencias, tienen un denominador común: la facilidad con la que los asaltantes acceden a los locales, intimidan al personal y se dan a la fuga con dinero en efectivo. Desde el sector del juego se insiste en la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y de contar con una mayor coordinación con las fuerzas del orden para evitar que estos negocios sigan siendo objetivo prioritario para bandas delictivas.

La investigación del caso de Guadalajara continúa abierta, mientras las autoridades intentan dar con el paradero de los dos atracadores.