Teragnosis, el tratamiento que utiliza energía nuclear para destruir el cáncer: “Sustituirá muchas de las aplicaciones de la radioterapia”

La medicina nuclear es una especialidad médica que se utiliza para diagnosticar y tratar algunos tipos de cáncer, como el de próstata, el de tiroides

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Un paciente durante un TAC
Un paciente durante un TAC (Freepik)

Almaraz (Cáceres), Ascó y Vandellós (ambos en Tarragona), Cofrentes (Valencia) y Trillo (Guadalajara). Son los cinco municipios en los que se ubican las centrales nucleares con las que cuenta España. En sus reactores nucleares se almacena la energía nuclear, a partir de la cual se produce electricidad sin generar gases de efecto invernadero y con una elevada eficiencia.

La energía nuclear tiene una finalidad que poco tiene que ver con la electricidad o las centrales nucleares. Una función que es, probablemente, la más desconocida. Se trata de la medicina nuclear, una especialidad médica que forma parte de la radiología y que se utiliza para diagnosticar y tratar algunos tipos de cáncer, como el de próstata o el de tiroides.

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La medicina nuclear “utiliza moléculas marcadas con isótopos radiactivos que se inyectan a los pacientes para el diagnóstico, tratamiento e investigación en medicina”, explica a Infobae España el doctor José Luis Carreras, académico de número de Medicina Nuclear de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), y catedrático emérito de Radiología (Medicina Nuclear) de la Universidad Complutense de Madrid y Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

“Las moléculas marcadas hacen llegar el radioisótopo hasta el órgano o tejido diana para obtener una información diagnóstica, normalmente mediante técnicas de imagen como PET (tomografía por emisión de positrones) o SPECT (tomografía por emisión de fotón sencillo), o para administrar dosis terapéuticas de radiación en determinados tejidos, especialmente en tumores (radioterapia molecular)”, aclara. Es decir, esta molécula portadora (llamada radioligando) junto con su isótopo radioactivo (radionúclido) conforman el radiofármaco, el medicamento.

La técnica de diagnóstico del futuro

De entre las múltiples y variadas técnicas diagnósticas disponibles actualmente, la teragnosis es una de las más esperanzadoras para la ciencia. Aplicada en el ámbito de la medicina nuclear, actúa en dos fases. En la primera, se le administra al paciente un radioligando que se dirige a un blanco o una sustancia que expresa el tumor.

A partir de ahí, “se obtiene un estudio de imagen, normalmente PET, para demostrar si el radioligando diagnóstico se fija en el tumor”. Si esto ocurre, se puede pasar a la fase propiamente terapéutica en la que se administra el mismo radioligando, “pero ahora marcado con un radioisótopo terapéutico para destruir el tumor por irradiación selectiva”.

Sala de tomografía computarizada (Freepik)
Sala de tomografía computarizada (Freepik)

Ni centrales nucleares ni bombas atómicas

Aunque el nombre de esta especialidad puede llevar a engaño, la medicina nuclear “nada tiene que ver con las centrales nucleares”. Como explica el doctor Carreras, “los radioisótopos de teragnosis y de medicina nuclear en general se fabrican en reactores nucleares y ciclotrones de uso médico, con sus correspondientes laboratorios adjuntos para marcaje y control de calidad”. De hecho, la exposición a la radiación de los pacientes que se someten a esta técnica de diagnóstica es similar o incluso menor que la que provoca un TAC o una simple radiografía.

En cambio, en la vertiente terapéutica, “las dosis absorbidas son más altas, pero se depositan específicamente en los tejidos tumorales que se pretenden destruir respetando los tejidos sanos”. En este caso, sería comparable con la radioterapia, muy utilizada en oncología, pero con la diferencia de que la medicina nuclear actúa de forma más específica sobre el tumor, lo que se traduce en un menor daño sobre los tejidos sanos circundantes.

El doctor Carreras reconoce que el nombre de esta especialidad no ayuda, ya que hay quienes puedan caer en la equivocación de pensar que la medicina nuclear es más nociva que beneficiosa. No son pocas las connotaciones negativas asociadas a menudo con la energía nuclear, en buena parte alimentadas por los desastres medioambientales, como Chernóbil.

Sin embargo, el académico de la RANME insiste en que “la medicina nuclear nada tiene que ver con las centrales nucleares ni con las bombas atómicas. Usa radiaciones en diagnóstico y terapia, pero bien controladas y en niveles cuantitativos infinitamente menores” a las otras actividades de la energía nuclear en centrales.

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Una radiación selectiva para destruir tumores

La capacidad de la teragnosis para destruir tumores a la vez que respeta los tejidos sanos la convierte en una técnica revolucionaria, hasta el punto de que no son pocos los expertos que consideran que “va a sustituir a muchas de las aplicaciones actuales de la radioterapia externa”. Actualmente, la radioterapia puede dañar los tejidos sanos situados cerca del tumor.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han probado la teragnosis en pacientes con cáncer de próstata en fase avanzada y hormonorresistente. En España, esta técnica solo está autorizada para tumores neuroendocrinos inoperables, que son poco frecuentes y suelen aparecer en los pulmones, el apéndice, el intestino delgado, el recto y el páncreas. También puede utilizarse para tratar un cáncer en fase avanzada como terapia de segunda o tercera línea. Su aprobación aún queda pendiente por la negociación del precio con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

“En otros países europeos se está usando en indicaciones no registradas mediante el sistema de uso compasivo”, que permite a pacientes con enfermedades potencialmente mortales acceder a medicamentos en investigación que no están aprobados. Según cuenta el doctor Carreras, en lugares “con menos regulaciones como Australia o China, la aplicación de la teragnosis es masiva”.

“En la actualidad, como en toda técnica novedosa, se está utilizando la teragnosis en fases avanzadas de la enfermedad oncológica. A medida que vayan apareciendo resultados de los múltiples ensayos clínicos en marcha se podrá ir aplicando en fases cada vez más precoces”, concluye.