Qué es la DCA, la patología que sufre Josep Lobato: “Nada volverá a ser igual”

El presentador catalán desarrolló esta patología por una enfermedad desmielinizante, pero hay otros detonantes

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Qué es la DCA, la patología que sufre Josep Lobato (Montaje Infobae, Freepik, @joseplobato)

Josep Lobató, presentador catalán de 48 años, se ha convertido en un símbolo de superación tras enfrentarse a una enfermedad que transformó por completo su vida. En 2015, cuando se encontraba en plena actividad mediática, le fue diagnosticada una enfermedad desmielinizante poco común que afectó a su sistema nervioso, provocando una pérdida progresiva de la capacidad de hablar y obligándole a retirarse de los medios de comunicación.

Una década después del diagnóstico, Lobató continúa su proceso de rehabilitación centrado en terapias cognitivas y ejercicios específicos para recuperar, en la medida de lo posible, sus capacidades comunicativas. En sus redes sociales ha mostrado recientemente los avances logrados: en un video se le escucha pronunciar, en catalán y con dificultad, palabras como “aigua” (agua) o “cafè” (café), un reflejo de un esfuerzo constante y prolongado.

En concreto, el comunicador sufre un Daño Cerebral Adquirido (DCA) con un origen patológico. Aunque en su caso el detonante fue una enfermedad desmielinizante, una condición que deteriora la sustancia que recubre las fibras nerviosas, esta no es la única causa posible de DCA. Y es que, esta es una lesión repentina en el cerebro, con aparición brusca y consecuencias variables según el área afectada y la gravedad de la lesión.

Cuáles son las causas de un DCA

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Qué es la DCA, la patología que sufre Josep Lobato (Freepik)

Según la Federación Española de Daño Cerebral, las principales causas de DCA son el ictus, que representa el 78% de los casos, seguido por los traumatismos craneoencefálicos, los tumores cerebrales, las anoxias (falta de oxígeno en el cerebro) y diversas infecciones. Entre estas últimas, se incluyen algunas tan específicas como las provocadas por el virus del herpes.

Por su parter, los accidentes cerebrovasculares, también conocidos como ictus o ACVs, se producen por la interrupción del flujo sanguíneo en una zona del cerebro. Además, el 44% de quienes sobreviven a un ictus padecen secuelas graves. En el caso de los traumatismos craneoencefálicos, la gravedad del daño depende del nivel de conciencia perdido y de su duración, y suelen estar provocados por accidentes de tráfico, laborales, caídas o agresiones físicas.

En cuanto a los tumores cerebrales, pueden generar daño tanto al destruir tejido cerebral como por causar inflamación, presión intracraneal o edemas. La diversidad de causas conlleva también una gran heterogeneidad en las secuelas, que pueden afectar funciones físicas, cognitivas, emocionales o comunicativas.

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Asimismo, según los especialistas en rehabilitación, las secuelas del DCA se agrupan en siete áreas: nivel de alerta, control motor, recepción de información, comunicación, cognición, emociones y actividades de la vida diaria. Su tratamiento requiere un enfoque multidisciplinar y un proceso prolongado de recuperación.

En el caso de Lobató, quien reside en Barcelona, donde hace vida normal rodeado de su familia y amigos, la recuperación avanza lentamente, pero con firmeza. Según confesó en declaraciones a Lecturas, al principio fue un auténtico “shock”, aunque hoy asume su nueva realidad: “Nada volverá a ser igual”.