La historia del niño de 14 años que cuida de su madrastra con cáncer: “Puede ser muy difícil”

Leon admitió que pasó por una “época oscura”. La rutina escolar se volvió cuesta arriba, y el peso de sus responsabilidades en casa repercutió directamente en su bienestar mental

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Una mujer enferma de cáncer.
Una mujer enferma de cáncer. (Canva)

El día a día de Leon Surcouf, un adolescente de 14 años originario de Jersey, Reino Unido, ofrece una mirada única sobre la realidad de miles de menores que asumen responsabilidades de cuidado familiar en silencio. Tras el diagnóstico de cáncer de su madrastra, el joven se ha encargado de estar atento a sus necesidades, enfrentando desafíos emocionales y cotidianos que transformaron su vida escolar.

Según recoge ITV News, el impacto inicial de la noticia fue profundo. Leon admitió que pasó por una “época oscura”, marcada por el cansancio y la sensación de que esforzarse no tenía sentido. La rutina escolar se volvió cuesta arriba, y el peso de sus responsabilidades en casa repercutió directamente en su bienestar mental. “Cuando todo ocurrió, no me sentía nada bien”, ha confesado, subrayando la dificultad de gestionar las emociones.

Una realidad invisible

Un joven cuidador es cualquier menor de 18 años que brinda apoyo, práctico, emocional o de asistencia personal, a familiares aquejados de enfermedades físicas o mentales, discapacidades, o problemas con drogas o alcohol. Este acompañamiento puede variar desde tareas domésticas y gestión del hogar hasta soporte para afrontar episodios de ansiedad o depresión en el entorno familiar. Solo en Jersey, cifras oficiales del Children and Young People’s Survey de 2021 indican que el 16% de los jóvenes realiza algún tipo de cuidado regular a familiares o amigos.

Una joven cuida a una
Una joven cuida a una mujer enferma. (Canva)

Para asistir a este sector vulnerable, se despliegan programas gratuitos destinados a jóvenes de entre 12 y 25 años. Según la trabajadora Jo Dove, estos espacios buscan proporcionar “un lugar seguro para que los jóvenes cuidadores tengan tiempo para sí mismos, estén en un entorno de apoyo y puedan hablar con un profesional si lo desean”.

La propuesta incluye, además de la gratuidad en el acceso, servicios de transporte sin coste para eliminar cualquier barrera. Un ambiente distendido y de confianza facilita, en palabras de los propios jóvenes, la creación de lazos con niños y adolescentes en circunstancias similares. Este aspecto resulta esencial, ya que, como ha señalado Leon, en la escuela “nadie sabe por lo que estás pasando y no siempre quieres hablar del tema”. Sin embargo, “allí hay gente que realmente sabe lo que es vivir esto, y todos lo afrontan de forma distinta”.

La importancia de compartir y recibir apoyo

De acuerdo con el medio, en su papel diario de cuidador, Leon colabora en las tareas del hogar para contribuir al bienestar de su madrastra y permitirle descansar. “Ayudar en casa le alivia un poco el estrés. Cuando hay cosas que hacer, no siente que deba ocuparse de todo”, explica. Este apoyo le permite obtener tiempo personal y cierta autonomía.

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A pesar de los beneficios que encuentra en esa ayuda, Leon reconoce que lleva implícito un coste emocional notable. La experiencia le ha enseñado que cada persona gestiona esta situación de forma distinta y que, para algunos, el acompañamiento resulta incluso más emocionalmente intenso.

El contacto con Jersey Youth Service marcó un antes y un después en la vida del adolescente. “Conoces a otros chicos que están pasando por problemas similares. Es reconfortante estar con gente que entiende, porque no te sientes alguien diferente o solo”, ha contado para ITV News. Así, Leon anima a otros jóvenes en su situación a buscar acompañamiento.