Es abono para tus plantas pero llevas toda la vida tirándolo por el fregadero: muy útil para tomateras u hortensias

El agua de cocción de los huevos contiene minerales como calcio y fósforo que fortalecen las raíces y mejoran el crecimiento

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Persona regando plantas. (Christin Klose/dpa)
Persona regando plantas. (Christin Klose/dpa)

Regar las plantas con regularidad y colocarlas en un lugar con buena luz solar son cuidados esenciales para su bienestar. Pero no son los únicos. Como señala el medio especializado El Mueble, el abono juega un papel clave, ya que aporta nutrientes esenciales que fortalecen las raíces y favorecen la floración. Además, lo mejor es que algunos de los mejores abonos están en la propia cocina.

Uno de esos abonos naturales, cada vez más utilizado, según El Mueble, es el agua de cocción de los huevos. Un recurso que normalmente termina en el fregadero. Este truco se está popularizando entre los aficionados a la jardinería por sus beneficios comprobados para plantas tanto de interior como de exterior.

Tal como explica este medio, el agua residual utilizada a la hora de hervir huevos retiene una alta concentración de minerales esenciales como calcio, fósforo y magnesio. El calcio, en particular, es fundamental para el desarrollo de las raíces y la formación de tejidos resistentes.

Rico en minerales beneficiosos

El uso de esta agua puede ser muy útil en especies que necesitan suelos ricos en calcio, como los tomates, los pimientos o incluso algunas flores como las hortensias. El medio subraya que este abono líquido casero actúa como un refuerzo nutricional sin efectos secundarios negativos, siempre que no contenga sal añadida. El calcio fortalece las paredes celulares de las plantas, mientras que el fósforo y el magnesio ayudan en la fotosíntesis y en la formación de raíces más robustas.

El fósforo es clave para la floración y producción de frutos, por lo que este abono natural resulta muy adecuado para tomateras y pimientos, dos cultivos que requieren un aporte adicional de este mineral para aumentar su rendimiento.

Regar las plantas. (Imagen ilustrativa
Regar las plantas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Cómo aplicarlo correctamente

El procedimiento es sencillo y no requiere experiencia previa en jardinería. Según el medio especializado, existen tres pasos básicos para utilizar el agua de cocción de huevos como abono líquido

  • Dejar enfriar el agua completamente, ya que echarla caliente puede dañar las raíces y afectar la salud de las plantas.
  • Usar un recipiente o regadera para facilitar la distribución, así el agua llega directamente a la tierra, donde es más efectiva.
  • Regar sobre la base de las plantas, evitando mojar las hojas o flores, lo que reduce el riesgo de enfermedades y daños a la planta.

Es importante destacar que si durante la cocción se ha añadido sal, no se debe reutilizar el agua, ya que el exceso de sodio puede dañar las plantas y afectar la calidad del suelo.

Un aporte complementario, no un sustituto

El agua de cocción de los huevos debe usarse una o dos veces al mes como complemento del riego habitual, no como sustituto del agua corriente. Según indica El Mueble, que recuerda que esta práctica es un aporte extra de minerales para mejorar la salud y su desarrollo.

Esta técnica casera ayuda a reducir el desperdicio doméstico y promueve un cuidado más sostenible del jardín o las macetas utilizando medios más naturales y menos comerciales.