El dueño de un restaurante explica por qué ha tenido que cerrarlo: “Igual se te van 50.000 euros sin haber puesto un café”

El caso de Soy Inventor, hostelero y creador de contenidos en TikTok, quien ha optado por echar el candado definitivo a su establecimiento tras cinco años batallando contra los números y la gestión diaria

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El dueño de un bar
El dueño de un bar indica que cierra su local. (@soyinventor/ Canva)

El cierre de pequeños restaurantes se ha convertido en una constante en muchos centros urbanos españoles, acentuado por el encarecimiento de los alquileres y una larga lista de gastos. Este es el caso de Soy Inventor, hostelero y creador de contenidos en TikTok con 36.000 seguidores, quien ha optado por echar el cierre definitivo a su establecimiento tras cinco años batallando contra los números y la gestión diaria.

Su experiencia, relatada en redes sociales, pone el foco en los desafíos cada vez más insalvables a los que se enfrenta el sector. En apariencia, una ubicación céntrica puede representar una oportunidad de éxito asegurado por el tránsito de potenciales clientes. Sin embargo, la realidad económica desmiente esa percepción. “Aunque parezca una zona con mucha gente de paso, solo el alquiler de un local como este puede irse a los 2.000 o 3.000 euros”, explica el emprendedor, reflejando la presión que soportan los hosteleros.

Cargas fijas y obstáculos invisibles para la hostelería

A los elevados precios de los alquileres se suman una serie de costes fijos que encarecen la actividad y limitan la rentabilidad. “Si a eso le sumas gastos constantes como la luz, seguros autónomos, gestoría, TPV, que a poco que tenga cinco años el local, tienes que revisar el extractor, las cámaras frigoríficas, el aire acondicionado, el agua y hasta el mobiliario si me apuras. Y eso sin contar la reforma del local”, detalla Soy Inventor. Señala, de este modo, el complejo entramado de revisiones, mantenimientos y normativas que obliga a destinar ingentes cantidades simplemente a mantener el espacio en condiciones de uso.

Personal trabaja en la cocina
Personal trabaja en la cocina de un restaurante. (Canva)

El hostelero calcula que “igual se te van 50.000 euros sin ni siquiera haber puesto un café”, destacando cómo los costes iniciales pueden dispararse mucho antes de que el negocio comience a operar. Además de los desembolsos previos a la apertura, los gastos mensuales en suministros, impuestos y personal también son considerables: “Te plantas con varios miles de euros al mes solo con abrir la persiana”. Estas cifras ilustran una realidad especialmente dura para quienes inician su andadura en el sector sin una estructura financiera sólida o desconocen los pormenores de la gestión hostelera.

Experiencia y aprendizaje tras el cierre

El propio hostelero reconoce que muchos aspectos de este sectoor no se revelan hasta que ya es demasiado tarde. “No lo digo para darte pena, sino porque nadie te lo cuenta hasta que ya es tarde”, comenta en su cuenta de TikTok, donde relata en primera persona los vaivenes de su negocio. Si algo ha sacado en claro tras media década de experiencia, es el valor del aprendizaje: “Lo único que hemos conseguido cerrando este negocio es aprender”.

Lejos del desaliento, Soy Inventor utiliza ahora sus redes para compartir lecciones y advertir a futuros emprendedores. “Así que si quieres evitar errores en hostelería, sígueme para no perderte los”, invita, con la esperanza de que otros eviten los tropiezos y gastos inesperados que él ha debido asumir. Su historia pone sobre la mesa la complejidad real de mantener un restaurante a flote y refuerza la importancia de una planificación minuciosa antes de embarcarse en un proyecto tan exigente.